Pero mira cómo beben las fuentes en el río.
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La taza de caldo, visiblemente indignada al comprobar que el comensal no apreciaba su calidad, alzó la voz:
- ¿Por quién me tomas?
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Cuando arrecia el temporal nadie debería hacerse a la mar, pues en ese momento intenta ocuparse de sus asuntos.
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Tengo una edad en la que cualquier locura es recomendable. Por eso no hago ninguna.
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Todo el mundo sabe algo que nadie sabrá jamás.
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Estaba luchando para morirse. Quizá sea la más cabal, digna y hermosa de cuantas luchas afrontamos en esta vida.
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El tiempo da la razón al tiempo.
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La botella de vino para quedarse.
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Es incapaz de rebajar el tonto.