Sólo me fio de uno de mis sentidos: el del vértigo.
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El futuro no es un punto fijo, sino un signo de interrogación.
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Ya nadie va a bailar, sólo las cifras.
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- Digamos que se desnudó a medias, porque no se las quitó.
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No, no hay forma de dormir cuando uno tiene sueños.
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Las ideas fijas empañan los cristales.
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Cenicienta estaba deseando que diesen las doce para poder contarlo todo.
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Sí, tengo dos dedos de frente, pero están enfrentados.
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Entonces comprobó que las ranas no se dejan besar.
