El presidente de Estados Unidos, a sus 71 años, se sentó frente a un folio en el que había un camello, un león y un rinoceronte dibujados. El examen se trataba del Test de Evaluación Cognitiva de Montreal (MOCA, por sus siglas en inglés), que serviría para demostrar si Donald Trump tenía algún tipo de problema cognitivo. El resultado podría calificarse de sobresaliente, con un pleno de 30 respuestas acertadas.

"No hay absolutamente ningún signo de ningún problema cognitivo", ha concluido el médico de la Casa Blanca, Ronny Jackson. Esta prueba fue creada en 2005 por el doctor Ziad Nasreddine, y suele emplearse de forma habitual para detectar disfunciones cognitivas. A partir de las 26 respuestas acertadas, se considera que no existe ningún problema.

El test consiste en un simple cuestionario que el examinado debe responder en un tiempo de 10 minutos. Consiste en un solo folio y mide parámetros como la memoria, el cálculo, el lenguaje o la capacidad de abstracción.

Algunas de las pruebas consisten en, por ejemplo, reconocer qué animales aparecen dibujados, relacionar letras y números o saber en qué día se encuentra. También memorizar una lista de cinco palabras o generar rutas alternativas siguiendo un orden lógico.