El pasado domingo, los hermanos Daniel, Jack y Matthew Aplin buscaban una buena ubicación para bucear cerca de la ciudad de Wellington (Nueva Zelanda), cuando se encontraron con un gigantesco calamar varado en la orilla de una playa neozelandesa.

Según ellos mismos han narrado para el New Zealand Herald, utilizaron una cinta métrica para medir a la criatura, la cual tenía una longitud de 4,2 metros. Después, avisaron al Instituto Nacional de Agua e Investigación Atmosférica de su hallazgo. Un portavoz de su Departamento de Conservación aseguró que se trataba posiblemente de un calamar gigante, una especie poco frecuente, aunque no es rara de ver.

Las imágenes del espécimen han sido compartidas en Facebook a través del grupo Ocean Hunter, sobre buceo y pesca submarina. De esa forma, se han hecho virales y comentadas por muchos internautas que señalan, entre otras cosas, que esto muestra "lo poco que sabemos sobre las criaturas que habitan los océanos".