Un año más se ha celebrado en Inglaterra la competición más loca e inexplicable que existe en el mundo.

Se trata del famoso festival del queso rodante de Gloucester, donde se lanza por una empinada ladera un queso de hasta cuatro kilos de peso y los participantes tienen que atraparlo antes de que llegue abajo.

Muchos son los que exponen su integridad física durante esta peligrosa persecución. El premio es llevarse el queso a casa, aunque para la mayoría es más valioso el reconocimiento de los presentes por atreverse a participar.