Después de haber leído la Ordenanza municipal de A Coruña sobre el respeto, la defensa y protección de los animales, consideramos que algunos artículos no favorecen la consecución del objetivo fundamental de la defensa de los animales que tiene como base la Declaración Universal de los Derechos del Animal, aprobada por la Unesco y por la ONU. Concretamente, son los artículos referentes a no poder auxiliarlos en la calle y el de llevarlos a la perrera y darles muerte en pocos días.

Los defensores de la naturaleza no queremos que algunas personas manchen la calle con restos de comida, pero sí estamos a favor de que se atienda a los animales con alimento específico y a horas adecuadas. Porque la vida de los animales que viven en la calle es muy triste y penosa, y eso lo sabemos los colaboradores de sociedades protectoras que, tras años de sufrimiento y esfuerzo, de pronto vemos que personas insensibles y crueles los maltratan, hacen desaparecer o los quieren privar de su libertad. ¿Por qué quitarles el don de la libertad? ¿Por qué negarles el auxilio de gente pacífica, solidaria y responsable prohibiéndoles que les faciliten alimento a horas prudenciales y sin manchar la calle? ¿Por qué impedir una acción tan altruista y noble? Los animales no ensucian las calles, sino que el peligro para la ciudadanía y el medio ambiente es otro: esos grupos de ciudadanos incívicos que realizan actos vandálicos y ensucian la vía pública rompiendo árboles, maceteros, papeleras, etc. Porque los animales que vemos por las calles, supervivientes heroicos y que a los amigos de la naturaleza y de la vida nos gusta ver sanos y felices, están realizando un trabajo gratuito de limpieza al controlar la proliferación de ratas en la ciudad. De hecho, en muchas ciudades de España, la Fundación Altarriba tiene colonias de gatos en libertad controladas y atendidas por voluntarios. Quizá sería una buena idea que alguno de los solares de los que dispone el Ayuntamiento de A Coruña pueda servir de refugio a estos pobres seres vivos, donde serían atendidos gratuitamente por personas responsables y solidarias.

Servigal, la empresa que gestiona la perrera en A Coruña, está evolucionando hacia un sistema mixto en el que está primando la adopción, pero no es suficiente, y debe seguir avanzando hasta conseguir la erradicación total de la eutanasia de pobres animales abandonados. Las personas de buena voluntad estamos en contra de la eutanasia de los animales abandonados y así lo manifestamos públicamente, pero apoyamos la protección y adopción de estos animales, teniendo como base la Declaración Universal de los Derechos del Animal.

Sería justo y deseable que en esta hermosa ciudad se respeten los derechos de los animales, tomando como ejemplo otras ciudades de España y Galicia. Rogamos a todas las autoridades municipales protección para estos indefensos seres vivos, ya que de todos depende conseguir un mundo mejor, más solidario y humano, donde cada ser vivo sea respetado. Porque, como decía Gandhi, "la cultura de un pueblo se ve en la forma de tratar a sus animales y cuando el ser humano se preocupe de un ser vivo por muy pequeño que sea, solo entonces será humano".