Evidentemente el cabreo generado en los últimos tiempos en numerosos ciudadanos es monumental, y es debido a los múltiples casos de corrupción, la crisis económica, los recortes y el incremento de impuestos por parte del ejecutivo. Los recortes que repercuten de forma drástica, y por tanto, limitan considerablemente las condiciones de vida de las personas, especialmente de los más débiles y menos favorecidos, son una cuestión que sin duda viene enturbiando y perjudicando la normal convivencia de las mismas.

Naturalmente la temática que se plantea requiere un replanteamiento serio y unas medidas que ayuden y suavicen la situación de estas personas, sin más pérdida de tiempo y sin echar más leña al fuego, ya que en caso contrario será peor el remedio que la enfermedad. Es decir, la salud de dichas personas se verá cada vez más deteriorada, particularmente en unos tiempos de crisis y dificultades como son por los que se atraviesa.

Hablando hace pocos días con una persona conocida, me comentaba que ha habido importantes avances tecnológicos y sin embargo se han perdido derechos y logros conseguidos en los últimos años y se ha retrocedido culturalmente. Y esto se puede ver y palpar a nivel de calle y en general, al menos este es mi parecer.

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