En este periódico, el día 30 de julio del corriente año, se publican unas declaraciones del profesor Pérez Pascual, catedrático de Lengua española y académico de la RAE, con el encabezamiento siguiente: "Coruña está en el diccionario por una cita de las ordenanzas de los gremios de Madrid" lo que lleva fácilmente a confundir el nombre de unos tejidos llamados "Coruña" con la realidad de nuestro topónimo castellano, como así figura en el Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española con el nombre de La Coruña, o sea, con el correspondiente artículo La que siempre debe de llevar por formar parte de su nombre, como así lo reconoce el Consello da Cultura Galega en la reunión celebrada el 23/10/16, donde dicen "?cando se fixa o uso do artigo diante de un nome propio de poboación aquel forma parte integrante do topónimo." Y continúa: "O Concello da cidade da Coruña non recorreu a decisión nin no seu momento nin anos posteriores. O que se interpretou como una aceptación da decisión". Y ese es el motivo por el que nos vemos obligados a utilizar el topónimo A Coruña, que de gallego solo tiene el artículo, en todos los documentos oficiales, pero al hablar o escribir en castellano sigue siendo La Coruña, como así se lo ha hecho saber a todas las autonomías.

Aprovechando que el Sr. Pérez Pascual es académico, sería interesante que nos ilustrase sobre la injusticia que se viene cometiendo con el topónimo de A Coruña. El nombre de Coruña es normal que aparecieran en alguno de los numerosos tejidos fabricados en la provincia coruñesa, donde hubo muchas y buenas fábricas de tejidos, después de la compra por el indiano don Francisco Barcon en el año 1873 de la casa de la moneda de Jubia por tres millones de reales, y que transformó en fábrica de tejidos de algodón, donde llegó a tener mil obreros con 140 telares, fábrica que fue visitada en el año 1900 por Alfonso XIII, a la edad de 14 años. Además de esta fábrica, La Coruña contaba con otras, como la Primera Coruñesa, de la familia Sabio, en la calle Juan Flórez, la de Confecciones Coruñesas, Tejidos de Vilasantar, etc.

Como periódico coruñés, me gustaría que dedicasen más espacio a defender las injusticias cometidas durante estos últimos años con La Coruña y su topónimo, impuesto seguramente basándose en la frase de aquel político que, a comienzos de nuestra autonomía, decía: "A La Coruña, con la autonomía, hasta por el nombre será difícil reconocer".

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