Para alertar de esta situación, cada día vemos pateras, asaltas a las vallas, gente por la calle de origen desconocido, etc. Manos Unidas ha lanzado una Campaña de información y concienciación en la que da cuenta de una realidad de emergencia que afecta a África y exige medidas extraordinarias. No son la mala suerte o la fatalidad las que condenan al continente africano a las hambrunas y las guerras, o a la explotación indiscriminada de sus recursos. El problema tiene que ver con problemas culturales, con la corrupción y la falta de instituciones adecuadas, y con una dinámica de ayudas que debe ser profundamente revisada.

Pero África es un continente escandalosamente joven y sus ciudadanos no se resignan. El Norte sigue siendo un destino deseable, en nuestras manos está que el desarrollo del continente africano evite las migraciones forzosas.