En el próximo curso político cuando se plantee la reforma de la Constitución, también se tendrá que replantear el tema de la sanidad, pues parece un sinsentido tener 17 servicios sanitarios con distintas coberturas en varias comunidades. Todos los ciudadanos de cualquier lugar de España deberíamos tener la misma cobertura. También debería ser única la tarjeta sanitaria y válida en cualquier lugar del Estado. Cuando se vaya de viaje o de vacaciones, con esa tarjeta poder tener acceso al historial del paciente y poder recetar de inmediato el medicamento necesario. Todo esto tiene que ser coordinado por el Sistema Nacional de Salud (SNS).

También habrá que negociar con las comunidades para que el SNS centralice todas las compras de material sanitario, pues no procede mantener 17 oficinas de compras que además de representar un gasto excesivo no se consiguen mejorar los precios porque está fraccionado el volumen de compras. Es fundamental frenar ese derroche, pues según los últimos datos, la Seguridad Social cerrará 2017 con un déficit acumulado en los últimos 6 años de 80.000 millones de euros.

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