Dentro de los muchos informes sobre la acción social en España hay uno que refleja la singularidad de la apuesta por la solidaridad y la lucha contra la injusticia, la Memoria Anual de Cáritas, institución tejida de la experiencia del amor con los pobres y desfavorecidos de la Iglesia en España. La Memoria Anual de Cáritas ofrece mucho más que los números de la caridad; nos introduce en la dinámica del compartir de la comunidad cristiana, que llega hasta los últimos rincones de nuestra geografía.

Un compartir que ha alcanzado el año pasado a un millón setecientas mil personas, gracias a los más de 358 millones de euros que han gestionado las setenta Cáritas diocesanas. Recursos que también se han repartido en la cooperación internacional y que proceden, en un setenta y cinco por ciento, de aportaciones privadas.