El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que tantas reivindicaciones y manifestaciones se están haciendo quiere recordar la lacra, no he oído ni visto nada sobre el tema en los medios de hoy ni de los últimos días, de la Trata, es un grave problema y que afecta principalmente a mujeres. Se ha de luchar contra ella. Sin embargo la lucha contra el delito y las organizaciones criminales es solo una parte del problema de la lacra de la Trata.

Los gobiernos y organismos eclesiales y civiles que combaten la Trata no pueden olvidar que sin clientes no hay negocio. Ya sea la explotación sexual o laboral, el tráfico de órganos o la economía reproductiva, necesitan un comprador para ser lucrativas.

Los ciudadanos de a pie deben ser informados, también los españoles. Nuestro país no es solo lugar de tránsito, sino también de origen y destino. Es duro reconocerlo, pero en España hay personas que viven en condiciones poco menos que de esclavitud. La solución no está en la legalización de este negocio criminal, sino en la difícil, pero necesaria, educación y concienciación ciudadana. No olvidemos que sin cliente, no hay Trata.

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