Hace apenas un mes una periodista de la televisión británica entrevistó a un famoso psicólogo y profesor canadiense, dicha periodista no dejo de intentar atacarlo con falacias del tipo hombre de paja. Aunque este caso fue especialmente notorio debido la desmesurada aparición de esta falacia, no es el único ejemplo del uso de argumentos falaces en televisión. Desgraciadamente vivimos rodeados de políticos y malos tertulianos que intentan persuadirnos con argumentos defectuosos. Pero no es del todo culpa de ellos. En España un alumno normal no llegará a aprender a formular razonamientos lógicos ni tampoco sabrá lo que es un sofisma o una falacia hasta que haya completado el bachillerato, y esto supone un problema cuando tenemos en cuenta que el 45% de los españoles entre 25 y 64 años ni siquiera terminaron el bachillerato. Por consiguiente este grupo queda completamente desprotegido y vulnerable a la manipulación, al no haber podido desarrollar habilidades de dialéctica o lógica básicas para sobrevivir en un entorno urbano y político. Es incomprensible que los estudiantes españoles tengan que leer El Quijote en castellano antiguo a la edad de 13 años, pero que sin embargo tengan que esperar a tener 18 para aprender cómo no ser manipulados.