La noticia de que el gobierno municipal va a construir una glorieta entre Salgado Torres y Ramón y Cajal, me suscita una duda: ¿querrán ordenar el tráfico o lo querrán colapsar? Ellos hablan de regular, pero por lo mostrado hasta el momento, lo más probable parece la segunda opción, porque el eufemismo, "humanizar", esconde, realmente, un insólito interés en hacer intransitable el tráfico de lo que no sea peatonal o ciclista. Para estos ediles, quienes utilicen otros vehículos pierden la condición de humanos. Y si, como sospecho, colapsar el tráfico es la intención, la medida es adecuada: donde jamás ha habido problemas para la movilidad, seguro que a partir de esa operación los habrá. Pero es más. Con un diseño de carriles circulares, como el reproducido por LA OPINIÓN (03/08/18), los talleres de chapa y pintura están de enhorabuena, porque los topetazos están asegurados. No entiendo por qué se abandona el diseño de carriles longitudinales, marca Coruña, que lleva una docena de años mostrando empíricamente su idoneidad, y que el Estado de Wisconsin (EEUU) utiliza, al menos, en medio centenar de enlaces a lo largo de la Ruta 41, y aquí se opte por los inoperantes y perniciosos carriles circulares. Y si me explican el porqué de esa decisión, yo estoy dispuesto a explicarles por qué no funcionará esa glorieta.

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