En esta sociedad en la que los políticos frecuentemente llaman "progresista", sin embargo, presentan leyes poco "humanas", me estoy refiriendo a la eutanasia. Los "nuevos derechos" se acomodan más a sus preferencias ideológicas que a las necesidades y prioridades ciudadanas. Las personas "obligadas" a utilizar la Seguridad Social, a veces, no tienen la suficiente información y ayuda para conocer los cuidados y tratamientos más adecuados para ellos mismos. En esta Seguridad Social que cada vez es más desigual entre regiones, muy poco se adelanta en ampliar y mejorar la cobertura de los cuidados paliativos en los hospitales y en los domicilios. Mucho se ha avanzado en la medicina del dolor para evitar que una persona enferma pueda sufrir. Una persona enferma que se siente acompañada y querida no tiene urgencia ni necesidad de pedir la eutanasia. Por esto, pienso que la eutanasia es un síntoma más del fracaso del amor humano en esta sociedad "progresista".