La lectura del cartel informativo donde se indica que muchos hijos van a vivir en peores condiciones que sus padres, es un verdadero acicate para acabar poniendo rumbo al puerto del malestar y la desconfianza, un lugar no planificado en el que desembarcan y residen cada día más personas. El incremento de la desigualdad económica y la falta de oportunidades está favoreciendo, en no pocas naciones, el enrarecimiento progresivo del ambiente político y social en proporciones preocupantes, pues la ciudadanía comprende la interrupción y el racionamiento del suministro de agua debido a la escasez de lluvia, pero no entiende que al abrir el grifo salgan cuatro gotas cuando las precipitaciones llenan los embalses. Basar el crecimiento en el cultivo intensivo del descontento, ¿es un proyecto innovador, cabal y sostenible? Mientras la inteligencia artificial tiene un desarrollo sorprendente, la humana parece estar al nivel de siglos pasados.