Merkel habló con gravedad, antes de la reunión del Consejo Europeo, reconociendo la dureza de la situación y sin dejar de subrayar los enormes esfuerzos personales que hacen los ciudadanos. Además profundizó en la dimensión profundamente humana de esta situación, recordó el sufrimiento que se vive en los hogares, los hospitales y las residencias de ancianos.

Tuvo palabras de homenaje para todos los ancianos alemanes que fallecen solos, aquellos, dijo con la voz entrecortada, "que hicieron realidad la Alemania de la que disfrutamos hoy". Consciente de que la excepcionalidad afecta al ejercicio de derechos y libertades básicas, la Canciller alemana pidió perdón por las medidas adoptadas y solicitó a sus conciudadanos que ejercieran la crítica en un clima de consenso en lo fundamental. ¿No les parece que aquí, algunos, muchos, encontramos a faltar algún reconocimiento como este por parte de nuestros mandatarios?

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