La doctora Anna Báldy, vicedirectora del Instituto de Sanidad Ambiental, explicó a Efe que en las regiones más afectadas por el calor, o sea, la capital y las zonas centrales del país, hubo 230 casos más de muerte relacionados con el calor de lo que se registra normalmente, con temperaturas habituales para la época.

"En estos casos no sólo hablamos de los que murieron porque la temperatura de su cuerpo superó los 41 grados", sino de todas las muertes que se registran durante un día dado, precisó.

Las proyecciones para todo el país de estos datos apuntarían a que en los cinco días de canícula hubo 500 fallecimientos más de lo habitual, reconoció la especialista, al destacar que se trata sólo de una posible cifra, no de un registro de casos.

La doctora destacó que en Hungría nunca hizo tanto calor durante tanto tiempo, por lo que no cuentas "con datos que podrían ser comparados científicamente".

De todas formas Báldy recordó que durante la ola de calor de 2003, en Francia el aumento de la mortalidad fue del 60 por ciento, en Portugal, del 38 por ciento, y en Italia del 45 por ciento.

Precisó que en Hungría se ha realizado una investigación, en la que se registraron los datos del periodo que va desde 1970 a 2000, y que ahora los estudios se basan en esas experiencias.