-¿Qué le ha parecido que la FAES premie al Rey?

-La propia Constitución dice que el Rey arbitra y modera. Ir a recibir un premio a la FAES, una fundación de la derecha española cavernaria, es romper el equilibrio. Yo creo que el Rey se siente cómodo con Aznar porque, en el fondo, piensan lo mismo.

-Dicen que Aznar quiere un título, como Suárez.

-Sí, duque de Aznar, pero yo le pondría duque de Bagdag.

-¿Porque 'todo empezó en Bagdag', como dice en su libro?

-Sí, y en las Azores. La sociedad española estaba en ese momento muy sensibilizada contra la guerra de Irak y Aznar la desoyó, no quiso ningún debate en el Parlamento y el Rey, que podía haber jugado un papel de moderación y de árbitro en un momento como ese, no lo jugó y fue muy beligerante. La respuesta que me dio fue incomprensible, dijo que él era militar y le gustaban las guerras. Aquello me pareció demasiado.

-¿Le pediría al Rey que mediase ante Mohamed VI por la suerte de Aminetou Haidar?

-No me importa tocar ningún tipo de puerta para todo lo que sea salvar vidas humanas, llámese el rey o el diablo.

-Denuncia un pacto de silencio sobre la monarquía.

-Debe ser muy frágil porque nadie puede hablar de la monarquía. En este país hubo una república y una guerra civil pero parece como que esa historia no hubiera existido. Cuando Franco dijo que dejaba todo atado y bien atado yo creo que se refería a que dejaba un heredero para que vigilara que aquí no se desmadraba la cuestión.

-¿Es partidario de un referéndum sobre la Corona?

-El Rey va a cumplir 72 años en enero y empieza a tener los achaques propios de la edad y me imagino que querrá vivir de una manera más tranquila y que sería un buen momento. Después de Juan Carlos, Felipe, ese sería un momento muy bonito para el referéndum.

-¿Tiene mejor opinión del Príncipe que del Rey?

-Depende: para irse de juerga, es mejor el Rey pero para tener una conversación sobre política internacional es mejor el hijo, aunque ninguno de los dos me gusta como jefe del Estado, prefiero un jefe del Estado elegido democráticamente.

-A la que no traga es a doña Letizia, parece ser.

-Es que la conocí en un momento tan duro, cuando Urdaci era el jefe de los informativos de TVE y aquello era una manipulación constante. Ella fue el brazo ejecutor de esa manipulación constante.

-Usted no se ha privado de criticar al Rey y de citar cuestiones hasta ahora tabú: la riqueza del Rey, las amantes del Rey...

-Porque es público y notorio. No lo hice públicamente, sino en privado. El Rey es uno de los hombres más ricos de España, el Rey es comisionista, el Rey ha tenido una doble vida y esa imagen familiar del discurso de Navidad, con el arbolito y el nacimiento, es para la galería, no tiene una vida tan edificante como la que proyecta. Ese tipo de cosas no es que estén mal o bien, simplemente, se deben conocer, pero hay un cerco de silencio.

-¿La felicitación de ERC del Rey con la soga al cuello?

-No estoy de acuerdo con eso. Aunque políticamente se le pueda criticar, merece un respeto como persona.

-¿Cómo le sienta al PNV estar en la oposición?

-Mal, sobre todo cuando uno ha ganado, pero eso es la España cañí que tenemos: en Madrid se odian y en Euskadi se aman, ¿por qué? porque en Euskadi hay un hecho diferencial que obliga al PP y al PSOE a unirse para poder gobernar. Lo demás es incomprensible. El PSOE ha ido poco a poco diluyendo su perfil ideológico y ahora puede pactar no sólo con Basagoiti y el PP sino con Rosa Díez. Es un partido ideológicamente plano.

-¿Cómo lo está haciendo Patxi López?

-Ni está ni se le espera, es un personaje que aparece y desaparece. Lo que está es españolizando Euskadi: ahora celebra el día de la Constitución, pone la bandera española en todos los organismos oficiales, en Navidad hace que se vea el discurso del Rey... Me imagino que al sector españolista de la sociedad vasca le encantará, pero a mí me parecen cosas secundarias, los problemas reales del país son otros, como la crisis económica.

-El debate en el seno de la izquierda abertzale está en un momento crucial.

-ETA lleva 50 años, es una organización que ha superado la dictadura de Franco, todos los presidentes que hubo en Madrid: Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, Aznar y ahora, Zapatero. Confluyen varias cosas: una sociedad muy cansada, en el mundo de la izquierda sociológica empieza a cundir la duda de que puedan lograr algo por la vía armada y algunos defienden que hay que hacer política, que es lo que venimos demandando desde hace muchísimo tiempo. Lo que no se puede admitir es que se pueda matar por una cuestión ideológica, eso es absolutamente inadmisible en una sociedad democrática. Una cosa es la discrepancia y otra cosa es la violencia, el terrorismo, la extorsión, el chantaje y todo lo que supone el mundo de ETA.

-Siempre se le ha achacado una cierta ambigüedad al PNV.

-En Madrid. Nosotros hemos sido siempre muy claros, la prueba es que ETA nace del PNV en plena dictadura franquista y nunca admitimos que se actuara por la vía armada. El otro día se presentó la Fundación Mario Onaindía y nos criticaron muchísimo, y les dije: 'Yo nunca estuve en una reunión en la que se acordase matar a alguien, en cambio Mario Onaindía, sí, por tanto, menos lecciones de democracia y de valores'.

-¿El PNV hizo todo lo posible para erradicar a ETA?

-¡Hombre! yo creo que se puede hacer más, pero no se nos puede acusar de ambigüedad.

-¿Este año habrá partido de la selección vasca de fútbol?

-Desgraciadamente, no, porque hay un sector en la Real Sociedad de Herri Batasuna que no quiere. No estoy nada de acuerdo con la selección vasca: la selección vasca se tenía que haber hecho aunque sea con jugadores cojos, con lo que sea, pero no que cuatro digan que no se puede jugar un partido.

-El PNV votó a favor de la reforma de la ley del aborto, ¿teme que la Iglesia le excomulgue?

-Hoy en día eso suena a una cosa muy rara. Esas posturas maximalistas no conducen absolutamente a nada. El mensaje de la Iglesia está fundado en el amor, no en la excomunión ni en la persecución.

-Usted es medio venezolano, ¿qué opinión tiene de Chávez?

-Muy mala, a mí no me gustan los militares en el poder, me gusta la democracia y su planteamiento no es de izquierda.

-Cuando volvió con sus hermanos de Venezuela atracaron en el puerto de A Coruña.

-La primera vez que pisé la península Ibérica fue en A Coruña en 1956 y recuerdo que mi madre me compró una gabardina con unas solapas amplias y aún la tengo.

-El Estatut catalán está pendiente de la sentencia del Tribunal Constitucional.

-Un desastre, se quiere convertir al Constitucional en una cuarta cámara. Un Estatuto que ha sido aprobado por el Parlamento catalán, que ha pasado por el Congreso y por el Senado y por un referéndum que se pretenda modificar porque atenta contra la españolidad al consagrar Cataluña como una nación, y que eso les parezca bien, es que no han asumido aún que tres naciones como son Cataluña, Euskadi y Galicia puedan convivir bajo un mismo paraguas estatal.

-¿Qué consecuencias puede traer una decisión del Constitucional como la que se augura?

-Un crecimiento del nacionalismo en Cataluña muy ostensible porque es una inmensa injusticia. El Tribunal Constitucional es un árbitro casero comprado, elegido por los dos partidos mayoritarios. Es como si jugara el Deportivo de La Coruña con el Real Madrid y el árbitro lo pone Florentino Pérez.

-¿Es cierto que ha patentado su peinado?

-Eso son las malas lenguas, ya quisiera, pero no es cierto.

-¿Para algunos era Ignacio hasta que la infanta Cristina se casó con Iñaki Urdangarín?

-Sí, para el ABC. Yo siempre fui Iñaki, y así fui registrado en Venezuela, y llego aquí y soy Ignacio. Me empezaron a llamar Iñaki cuando la infanta Cristina se casó con Iñaki Urdangarín. Es el colmo, este es un país de pandereta.

-¿Sus hijos son nacionalistas?

-Uno de ellos, Iker, era del Real Madrid pero yo no hice nada para que le gustara el Athletic; 'ya abrirá los ojos', pensé. Y, efectivamente, ya es más del Athletic que yo.

-¿Y políticamente?

-Tienen 16 y 17 años y todavía no votan. No sé por dónde van, pero me imagino que serán nacionalistas. Si no, se quedarán sin postre y sin paga los domingos.