Que se aclaren

No es probable que estas elecciones permitan el acceso al Parlamento de una cuarta fuerza política, pero es posible. En cualquier caso, el núcleo de una alternativa real a Núñez Feijoo es un gobierno de coalición entre PSOE y BNG. Coalición ya experimentada y que se saldó con un evidente fracaso, pues las pasadas elecciones, más que ganarlas el PP, las perdió el bipartito por sus malas cabezas. No veo yo que haya entusiasmo en la mayoría de los posibles o potenciales votantes del PSOE y del BNG, pero sí puede haber una especie de "estado de necesidad de parar la marea neoliberal" que lleve a mucha gente a votar a una de estas dos fuerzas políticas como un mal menor o como una forma efectiva de castigar la nefasta gestión de Feijóo y la brutal agresión del Gobierno Rajoy contra las clases medias y trabajadoras de este país sin, por otra parte, resolver prácticamente ninguno de los perversos efectos de la crisis: ni el déficit, ni la deuda, ni el flujo del crédito, ni mucho menos el paro y la destrucción de nuestro débil bienestar colectivo. Sería éste un voto de protesta y de castigo a los que mal gestionan la crisis. Voto que corre el peligro de irse a la abstención o simplemente puede dejar de existir, si el personal toma la peligrosa decisión de no ejercer su derecho y de no participar.