Inocencia de los musulmanes. Así se titula el largometraje de dos horas de duración que ha desatado la ira del islam y las protestas, que culminaron la noche del martes en el brutal ataque al Consulado estadounidense en Bengasi (Libia), en el que perdió la vida el embajador de EEUU, Christopher Stevens.

El vídeo se rodó en Estados Unidos y consiste en una caricaturización hilarante del profeta Mahoma, y en un retrato de los musulmanes como gente ignorante e inmoral.

La dirección de la cinta la ha llevado a cabo Sam Bacile, de 56 años, un israelí que reside en Estados Unidos que declaró en favor de su cinta que "se trata de una película política, no religiosa".

Bacile afirma que el "islam es un cáncer" y que su objetivo es "luchar" contra las ideas de esa religión, que calificó de odiosa. Además, lamentó la muerte de Stevens y las de los otros tres funcionarios, y las atribuyó a la deficiente seguridad de esas legaciones diplomáticas.

Antecedentes

Sin embargo, no es el primer caso en el que una ofensa, en principio procedente de estadounidenses contra elentorno del islam, termina por motivar una reacción violenta de sectores extremistas musulmanes, ya que el año pasado el pastor fundamentalista norteamericano Terry Jones quemó públicamente un Corán ante su capilla, un acto que desató una ola de actos violentos en Afganistán que produjo varios ataques en los que murieron decenas de civiles y varios funcionarios de la ONU.