¿Enamorados o esclavizados? Esta es la cuestión a la que pretende dar sabia respuesta el psicólogo y escritor napolitano Walter Riso, que con su best seller Amar o depender ya analizó la dañina dependencia que surge a veces en las relaciones de pareja, y que en muchas ocasiones se confunde con el amor. En esta obra Enamorados o esclavizados, que presenta estos días en España, Riso da un paso más allá y pretende enseñar a la gente a no caer en la dependencia del otro y desmonta la imagen tradicional que se tiene del amor.

-¿Cuánto dura el enamoramiento?

-Todas las investigaciones coinciden en que esta fase oscila entre los dieciséis meses y los dos años. Es una fase de locura transitoria en la que idealizas al otro y donde baja el coeficiente intelectual. Te vuelves obsesivo y nos ves sentido a la vida si no es a través del otro.

-¿Tenemos una imagen distorsionada del amor?

-Completamente distorsionada y por eso mucha gente sufre por amor. Somos narcotraficantes de él porque llevamos la carga dentro y cuando vemos la realidad y nos damos cuenta de que es otra cosa, entonces sufrimos y nos frustramos. Estamos rodeados de canciones que dicen cosas como que daría mi vida por ti, y luego están las telenovelas y las películas? Pero todo eso no es realista, el amor de pareja se construye poco a poco.

-¿Deberían entonces enseñarnos a querer?

-Si nosotros fuésemos conscientes de las etapas del amor sabríamos que durante dos años sentiremos mariposas, luego eso pasa al erotismo normal y se engancha a la amistad, y después baja la intensidad pero se gana en intensidad y en tranquilidad. ¿Para qué queremos mariposas si se está todo el día ansioso? Si alguien pretende estar sintiendo mariposas toda la vida tendrá que estar cambiando de pareja cada dos años.

-¿Cuándo sabemos que un amor es sano?

-Cuando no nos genera miedo ni ansiedad, cuando estamos tranquilos.

-¿Existe la media naranja?

-No. Para ti tu hombre ideal puede ser uno de metro ochenta, nariz aguileña y ojos azules, y al final terminas enamorándote de un gordo panzón, porque resulta que Eros te entró por ese lado. Lo que importa es que la persona sea compatible y que cuando amaneces con él entrepiernado en la cama tengas cosas de que hablar, que no tengas que explicarle las bromas o que te indignen las mismas cosas. La pareja es como un sindicato, los dos somos obreros y vamos contra la patronal.

-Dice usted que al final el sexo no es tan importante.

-Es un elemento que debe estar, pero más importante que el sexo es el erotismo y el postcoito, porque en el coito todos nos volvemos locos pero ¿qué pasa si después nos damos la vuelta y no tenemos de que hablar?

-¿El amor puede superar una infidelidad?

-Hay infidelidades de dos tipos. Una, cuando uno por ejemplo se va a un congreso y se toma dos copas y acaba acostándose con una compañera de trabajo un par de noches. Este tipo de infidelidad suele perdonarse, el problema es cuando tienes una amante. Las relaciones con amantes duran un promedio de dos años, y cuando descubres que él iba a la finca con ella, que te mintió una y otra vez, entonces eres incapaz de perdonar. Solo el 2% de las parejas resucitan después de haber tenido un amante.

-¿Se puede amar a dos personas a la vez?

-Claro que sí. Se puede amar tanto a la amante como a la pareja y ahí viene el conflicto, porque te inmoviliza y uno no sabe qué hacer. Lo mejor es romper con todo y empezar de cero, porque si no puede pasarte como a aquel burro que le gustaba tanto el heno como la alfalfa y le pusieron dos montones delante, uno de cada cosa. A los pocos días se murió de hambre porque no acababa de decidirse.

-¿Hay gente que no es capaz de amar?

-Mucha gente, son los que llamamos esquizoides, que son indiferentes al amor. Personas que son incapaces de involucrarse con otra persona.

-¿Hay diferencias entre hombres y mujeres a la hora de caer en una relación tóxica?

-Las mujeres son cuatro veces más dependientes sentimentalmente que los hombres, en el sexo el hombre tiene una dependencia de cincuenta sobre uno en relación a la mujer. Pero la mujer tiene más inteligencia emocional que el hombre porque pide ayuda a tiempo, y tiene más capacidad de manejar la sexualidad. Un hombre solo es como un chimpancé con una Magnum en la mano.

-¿Subestimamos el sufrimiento por amor, es una patología que necesita tratamiento?

-Es como un duelo, el duelo afectivo tiene una serie de etapas, ese será mi próximo libro, en el que explicaré cómo quitarse a la expareja del corazón y la cabeza. El duelo puede durar un año o dos y si uno sigue las pausas adecuadas se recuperará, pero si vemos que tres o cuatro meses después de la ruptura seguimos pensando en esa persona entonces debemos pensar en pedir ayuda profesional. No es que el psicólogo te vaya a quitar la pena pero te ayuda a sobrellevarla.

-¿Cuál es el primer paso para olvidar a un ex?

-Primero hay que perder la esperanza, dicen que la esperanza es lo último que se pierde pues en esto hay que dejarla marchar y después hay que aprender a celebrar las rupturas. ¿Para qué quieres un hombre que no te valora, que no te merece, que no reconoce tus virtudes o que te es infiel? Hay separaciones que hay que festejarlas porque son una oportunidad para empezar una nueva vida.

-¿Está usted enamorado?

-Lo he estado dos veces; una de mi primera mujer y ahora llevo dos años con mi segunda esposa. La cabeza me ha servido para no cometer los errores de antes, por eso tengo un amor sano y tranquilo. Si hay algo en lo que puedo ser coherente es en el amor.