Además de Anna Allen o el pequeño Nicolás, está el caso de Alicia Esteve Head, más conocida como Tania Head, que pasó de vivir en el anonimato absoluto a ser icono de las víctimas del 11-S. En 2007, se comprobó que su historia era totalmente falsa. Head afirmó que había sido una de las 17 supervivientes del atentado y que había perdido a su futuro marido, Dave, en la catástrofe.