C uando ideas o propuestas de sus adversarios molestan especialmente a don Mariano Rajoy, este suele descalificarlas llamándolas "ocurrencias" y no sé yo si la iniciativa de convocar elecciones en Navidades, que nunca se hizo, será una idea sensata, una táctica electoral o simplemente una ocurrencia. Ya han salido analistas señalando que Rajoy, consciente del rechazo general provocado por sus decisiones políticas, ha optado por celebrar las generales en Navidad porque es la época del año en que la gente está menos cabreada, trata de olvidar los malos tragos de la vida y hasta los más pobres y castigados gozan de algún respiro, a modo de caritativo aguinaldo, que los consuela algo de su desgraciada existencia. Esta especie de felicidad a tiempo parcial o de dicha temporal, que tiene mucho de impostura, facilitaría sin embargo que tantos y tantos defraudados picaran enredados en un "vuelve a casa, al PP, por Navidad". Ya veremos. En todo caso sí hay cosas muy previsibles. Por ejemplo, menudearán los villancicos con carga política y con mala leche. O habrá quien trate de hacerse con lo números de la lotería que jueguen, y quizá regalen, todos los partidos contendientes, para que si pierden el día 20, por lo menos ganen el 22, aunque solo sea una pedrea. Estoy viendo el titular: "Pierde las elecciones pero gana un quinto premio". Lo tendrá complicado el rey Felipe VI porque, diga lo que diga o calle lo que calle en su discurso de Nochebuena, todo el mundo querrá descubrir lo que piensa el Rey sobre los resultados electorales y la compleja composición de las cámaras.

En definitiva, con una táctica calculada o con una mera ocurrencia, lo cierto es que Rajoy no solo nos ha masacrado con los recortes, nos guiña su ojo tonto cuando lo atosiga la corrupción de su partido y de sus gobiernos o nos cuenta milongas de que estamos na fura de diante de Europa, sino que además nos fastidia las Navidades. Bueno será que volvamos a ver el Plácido de Berlanga que concluía con aquel inquietante villancico: "Madre en la puerta hay un niño y gritando de frío está, anda dile que entre y así se calentará porque en esta tierra ya no hay caridad, ni nunca la habido ni nunca la habrá". Dulce Navidad.