Un grupo de señoritas de la burguesía coruñesa tuvo el empuje -y el apoyo- suficiente para formar en 1933 el primer equipo femenino de hockey de la ciudad, el Ártabro Hockey Club. La capitana fue Maruca Allones, que se convertiría en la primera mujer árbitro de hockey femenino de España. Ninguna de ellas había tenido antes un stick entre sus manos, salvo Allones, que había practicado este deporte en un colegio inglés.

Después de vencer distintos obstáculos, el 29 de abril de 1934, el equipo coruñés pudo por fin jugar el primer partido formal contra el Pontevedra Hockey Club y, al año siguiente, el primer campeonato gallego oficial.

El Ártabro ganó a las pontevedresas por dos tantos en el Campo del Progreso, de Pontevedra. Nisa Segura, las hermanas Torón, Mariceli Torón y Viricha; María Luisa Lens, Gloria Obanza, Maruca Allones, Maruxa Esclusa, Elisa Fernández Obanza, María Teresa Molezún, Cuca Díaz Grande, Alicia de la Rosa y Rosario Allones formaron el equipo coruñés. Marcaron Cuca y Alicia. La escuadra del Pontevedra Hockey Club también se nutría de hijas de la clase alta local, con conocidos apellidos como Landín, Riestra o Limeses.

Al encuentro pontevedrés "asistieron numerosas jugadoras de los clubs vigueses, y presidieron las autoridades y la señorita Filo Pérez Alcántara, Miss Galicia 1934, que más tarde llegaría a ser una de las más destacadas hockeygirls del Ícaro HC de Ferrol", dejó documentado José Luis Bugallal Marchesi en su Historial del Ártabro Hockey Club, un cuaderno manuscrito que guarda el Archivo Municipal de la ciudad.

"La victoria de nuestras hockeygirls en Pontevedra causó profundo contento en La Coruña y fue la mejor propaganda del primer partido que las ártabras jugaron en su ciudad natal", pues "el campo del Club Deportivo [Riazor] registró una gran entrada" el 10 de mayo en el partido contra el Villagarcía HC, que se saldó con un 2-1.

Poco después, el 26 de junio, el Athetic ganó por 3-2 a las coruñesas y al mes siguiente, por 1-0 a las chicas del Villagarcía HC. La primera gesta llegaría el 4 de noviembre de ese mismo 1934, cuando el Ártabro metió ¡ocho goles! al Ícaro, que no logró ni uno en ese encuentro contra las ártabras ni en el siguiente (5-0).

Cuatro días después, el campo de Riazor viviría el gran derby en el que las coruñesas se medirían con las temibles chicas del Club de Campo de Vigo, pionero en Galicia. Empate a 2 y dignidad salvada.

Mientras, en el Campo de La Granja, jugaban los equipos masculinos, el Ártabro y el Catro Pallas, en cuya portería estaba Enrique Mitchell, que se casaría con la jugadora Maruxa Esclusa. Otros nombres del hockey masculino fueron Guyatt, de origen inglés; Togores, García de Paredes, Del Valle, Rodríguez Losada o Fariña.

Cristina López-Villar, profesora de Educación física y Ciencias Sociales de la UDC, que en 2014 publicó un amplio artículo en la revista británica The International Journal of the History of Sport sobre el nacimiento del hockey femenino en los años treinta en Galicia.

Villar habla de "un fenómeno femenino": "Las mujeres fueron las primeras en jugar al hockey hierba en Galicia y crear los primeros equipos. El hecho de que ellas fuesen las impulsoras de este deporte en el noroeste de la península aporta matices muy interesantes al fenómeno deportivo de los años treinta del siglo XX en España, y así lo demuestras la gran cantidad de equipos y la presencia de jugadoras gallegas en selecciones que participan en competiciones a nivel internacional", sostiene Villar, que cita además del Ártabro, el Club de Campo, el Atlántida. el Argos y el Hispania. Destaca por otra parte "el aspecto socializador que para las mujeres supuso participar en clubes y en diferentes actividades relacionadas con el hockey, además del papel del deporte en la creación de identidades deportivas femeninas y de las iniciativas impulsadas por las propias mujeres".

El último campeonato de España fue el 29 de mazo de 1936 en Vigo. La Guerra Civil también truncó el sueño de las hockeygirls.