David López-Salido, director asociado del departamento de Asuntos Monetarios de la Reserva Federal, equivalente estadounidense del Banco Central Europeo, dará mañana una conferencia en la Fundación Barrié -20.00 horas, entrada gratuita con previa inscripción en info@fbarrie.org- sobre el impacto de la demografía en el desarrollo económicoinfo@fbarrie.org, una cuestión de especial interés en Galicia. López-Salido es coautor del informe de la Reserva Federal sobre los efectos de la evolución demográfica en el crecimiento económico.

- Este informe sostiene que la crisis no es el detonante de fondo de la caída demográfica.

-Así es, es uno de los resultados más interesantes del informe. Coincide con el fenómeno a partir de la crisis, pero tiene que ver con dinámicas poblacionales que ocurrieron hace cincuenta o sesenta años, sobre todo con la eliminación y absorción del llamado baby boom que se produjo desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de los 60. Toda esa enorme población joven que participó muy activamente en el mercado de trabajo está ahora retirándose y altera las dinámicas de crecimiento y ahorro. Esta corriente de fondo, difícil de observar, coincidió con la crisis.

- ¿Los tiempos de abundancia de empleo del baby boom nunca volverán?

-No es fácil responder a esta pregunta, porque los trabajos a los que los jóvenes de ahora se tienen que enfrentar son muy distintos a los de la generación del baby boom. La tecnología y la robotización van a cambiar muy drásticamente el tipo empleos a los que van a tener acceso. Integrar el factor humano y el empleo en este nuevo marco tecnológico es uno de los grandes desafíos del futuro mercado laboral. Y pasa por garantizar una educación creativa y analítica dirigida a poder aprovechar las oportunidades que va a ofrecer la tecnología.

- La reducción de la población activa y el envejecimiento provocan en España y sobre todo en Galicia un desequilibrio en la Seguridad Social que amenaza las pensiones. ¿Cómo se corrige?

-La sostenibilidad de las jubilaciones depende de una matemática muy sencilla, por lo menos tal cual está diseñado el sistema de seguridad social ahora mismo en España y la mayoría de países europeos. Precisamos aportaciones suficientes de los que están en activo para sostener las necesidades financieras de los que cotizaron en el pasado. Y hay un desequilibrio que hay que corregir de muchas maneras. Una de ellas es garantizar que haya posibilidades de que los jóvenes se integren en trabajos de valor que generen el salario suficiente para que una fracción destinada a la Seguridad Social sostenga las jubilaciones.

- España crece en las cifras macroeconómicas, pero a costa de grandes desequilibrios sociales, que han debilitado a la clase media.

-Es un fenómeno generalizado, no creo que se produzca particularmente en España. Solo desde la perspectiva de la capacidad para generar trabajo de calidad y las altas tasas de paro podría observarse que quizás el mercado de trabajo español sea más sensible al ciclo que en otras economías. Con unos problemas de fondo que limitan la permanencia y la creación de valor que no observamos en otras economías, como las centroeuropeas. El fenómeno del que habla usted, de tendencia a la desaparición o la reducción de las clases medias, es el resultado de muchos factores, como las dinámicas poblacionales y del mercado de trabajo, pero también de la competencia internacional de los sistemas fiscales. Para corregirlo, hacen falta medidas muy serias a medio y largo plazo. Lo que es obvio es que no se puede corregir a muy corto plazo y esto es en sí mismo también un problema.

- Galicia es una de las comunidades españolas que sufre una imparable sangría de jóvenes que emigran. ¿Cómo se le pone freno?

-El problema demográfico se hace más difícil desde ciertas perspectivas nacionales y regionales. Como usted señala, la gente joven no encuentra domésticamente en España las expectativas y las ganancias esperadas de desarrollo futuro que está buscando. Es muy importante garantizar que el mercado de trabajo en España ofrezca incentivos para que esta gente se quede y genere valor en el país. Hay un desajuste en la inversión que se ha hecho en la educación con los jóvenes, que no es la adecuada porque el mercado laboral español no es capaz de absorberla y los desarrollos tecnológicos recientes hacen que no sea la correcta para lo que demanda la realidad del mercado de trabajo. Hay que hacer por lo menos dos cosas: invertir en educación, pero en una educación más ligada a las oportunidades que la tecnología va a ofrecer a los jóvenes, y lograr también un mercado de trabajo que sea capaz de absorber esta buena mano de obra. Son cosas que no se pueden solucionar de un año para otro y por eso conviene ponerlas en marcha cuanto antes.

- La mujer se incorporó al mercado laboral precisamente con el baby boom , pero esta conquista social es aún endeble. ¿Podría haber una regresión?

-En esto hay diferencias entre distintos países europeos y entre Europa y Estados Unidos. Allí se ha caído mucho la participación laboral masculina y mucho menos la femenina. Hay que seguir garantizando que la mujer participe mucho más y se consolide en el mundo laboral. Para eso, las políticas de conciliación, con facilidades para formar una familia y tener hijos, son fundamentales.