Para Joaquín Giménez, magistrado durante los últimos 19 años de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, lo ocurrido con Cataluña es un caso claro de judicialización de la política motivada por la inoperancia del Ejecutivo. "Aunque llueve sobre mojado y sin remontarnos más atrás, el problema arranca cuando Cataluña pide otro sistema de ?nanciación, se le da un portazo y el Constitucional declara inconstitucionales una serie de artículos que sí están en vigor en otras comunidades, lo que generó una desafección. Había un rescoldo independentista, como en otras autonomías, pero en este caso ha crecido exponencialmente por la pasividad del gobierno del PP", arranca.

-¿Solucionar la ?nanciación sería el ?n de todos los males?

-En política hay que llegar y llegar a tiempo porque los trenes que se pierden ya no se pueden coger. El nacionalismo se nutre del victimismo y exige un enemigo exterior, que en este caso es España, y otro interior, que son los catalanes no independentistas, a los que llaman malos catalanes. El ideario requiere un pueblo con un líder indiscutible que le lleva hasta el precipicio y, una vez allí, un gran paso adelante. Extrapolándolo, es lo que ocurrió en la Alemania nazi: una situación mágica, irreal y acrítica en la que la historia es la primera víctima porque se manipula. El problema no es ser independentista sino ir hacia ello desde la legalidad. La solución tiene que ser política y pasar por el cambio de la Constitución, si así se acuerda.

-¿Estas elecciones pueden dar pistas al respecto?

-Primero tenemos que saber qué es lo que piensa la sociedad porque aquí se ha hecho una impostación: los independentistas se consideran el único pueblo válido de Cataluña. Si una mayoría cuali?cada de un censo con todos los controles, no como lo que pasó el 1-O, vota independentismo, algo habrá que hacer.

-¿Como qué?

-La Constitución se puede modi?car, no es el ?n sino el principio del camino, pero en un proceso con mayorías muy rígidas. Pretenden que para elegir el consejo de TV3 haga falta una mayoría cuali?cada y para proclamar la independencia, la mitad más uno. La primera ley que se ha vulnerado ha sido el Estatuto y eso gratis no puede salir aún cuando sea jaleado por parroquianos enfervorecidos. En política no se puede ir a golpe de pasión, de fervor y de certezas. No es el camino. La política es el pacto, el consenso, el buscar el mínimo común denominador con vocación de un máximo común múltiplo.

-¿Es el mejor clima para unas elecciones con candidatos en prisión o huidos?

-Es el mejor clima posible aunque desde el punto de vista político es un desastre, un error grave.

-¿Y desde el jurídico? ¿Ve justi?cada la prisión?

-No es sostenible. Para justi?car la prisión preventiva se tienen que dar una serie de requisitos, como el riesgo de fuga, la destrucción de pruebas o la reiteración de la conducta delictiva. Una vez impuesto el 155 se corta todo acceso a las fuentes.

-¿Y en el caso de los Jordis ?

-En ese caso me lo pensaría porque hay cosas que no son gratis. Aunque, ante la duda, a la calle, para no realimentar el victimismo y de acuerdo al principio in dubio pro reo.

-¿Cometieron los delitos que se les imputan?

-Veo claro un gravísimo delito de desobediencia, no así la rebelión y la sedición, que es una rebelión sin fuerza. ¡Cargos por los que se piden hasta 30 años de prisión! Así se alimenta el argumento de que ahora resulta que hemos resucitado al dictador Francisco Franco.

-¿Qué piensa cuando oye hablar de presos políticos?

-El lenguaje nunca es inocente y eso lo utilizan muy bien los independentistas, como también los hicieron los abertzales. Los encarcelados lo están porque se saltaron las leyes, no por ser independentistas. Son políticos presos, como los hay también por meter la mano donde no deben.

-¿Está siendo la Fiscalía el brazo ejecutor del Gobierno en la batalla legal?

-Está claro que si el juez ha podido acordar la prisión fue porque el ?scal la pidió. Pero eso no quiere decir que, aunque el ?scal general del Estado es un cargo de con?anza del Gobierno, sea su monaguillo. No creo que lo fuera el fallecido José Manuel Maza ni creo que lo sea el actual. Fue una decisión que se tomó desde el punto de vista de la acusación provocando el chirrido en algún sector de Gobierno por hacerse una interpretación más jurídica que política.

-¿Qué valor jurídico da al arrepentimiento de algunos de los independentistas cuando han declarado ante el instructor?

-Las leyes ni se acatan ni se dejan de acatar, se obedecen y punto. Aquí se han desobedecido y cuando eso ocurre tienen que aceptar las consecuencias. Al arrepentimiento no le doy ningún valor, me parece un paripé para conseguir la libertad. Máxime cuando estamos hablamos de un Estado de Derecho donde la ley puede que no sea perfecta, pero es democrática.

-Esta entrevista se publica el día de las elecciones. ¿Se atreve a vaticinar un resultado?

-Mucha gente le ha visto las orejas al lobo en materia económica y de seguridad pero también es cierto que a base del no, no y no del Gobierno se ha dejado crecer la fábrica del independentismo. No se ha hecho nada y ahora estamos como estamos. No sé el censo de votantes que hay pero mi pronóstico es que va a haber un aumento y ese no va a ser de los independentistas, porque ellos ya están movilizados. ¿Lo que me gustaría? Una mayoría cuali?cada de los no independentistas porque España es un país compuesto, tan compuesto que el Código Civil no rige en todo Estado, pero desde antes de la época de Franco.