Catedrática de Ética y Filosofía Política, es miembro de la Academia de Ciencias Morales y directora de la Fundación Etnor. Adela Cortina es la autora de la palabra del año para la Fundéu: aporofobia, que significa odio al pobre. Irá al Congreso para hablar sobre la reforma territorial y de la Constitución.

- Usted es la madre de la palabra del año 2017: aporofobia . Explique su significado.

-Se habla mucho de xenofobia, de islamofobia... todo el mundo habla de las fobias y me preguntaba si lo que molesta son los extranjeros o los extranjeros pobres. Porque no molestan los turistas, pero sí quienes saltan la valla de Melilla. Se ha batido el récord de turistas y se da como una gran noticia, pero si llegan en patera o la cuestión de los refugiados en el Mediterráneo, pues es un problema. Era necesario buscar la palabra que definiera ese recelo al pobre y compuse aporofobia. La ofrecí a la RAE pero no les preocupó mucho y la Fundéu del Español Urgente la ha señalado como palabra del año. El Ministerio del Interior ya la usa para definir el delito de aporofobia, que es el odio al pobre.

- ¿Por qué culpamos al pobre si es una víctima del sistema?

-Tenemos esa tendencia a despreciarlo o rechazarlo, nuestro cerebro pone entre paréntesis aquello que nos molesta o no nos produce beneficio. Hay autores que dicen que nuestro cerebro es xenófobo. nuestras sociedades son contractuales, te doy y tú me das. Si vienen pero no dan ningún beneficio ni económico, ni social, pues molestan. Pero ocurre también con las familias, nos acercamos más al pariente de éxito y bien situado que al familiar pobre.

- ¿Ese recelo está en la base de los nacionalismos?

-Sin duda. El recelo al diferente puede ser cultivado o disminuido porque nuestro cerebro es plástico. Diferentes somos todos y la diferencia es una riqueza. Lo bueno es articular la riqueza de manera que nos beneficiemos todos, pero hay quien manipula el recelo al diferente y lo interpreta como un abismo entre nosotros/ellos.

- ¿Es lo que pasa en Cataluña?

-Sí. Sin ir más lejos. Hay mucho que nos une a todos y lo que hay que hacer es sacar el beneficio común. Pero hay quien lo utiliza para crear un abismo entre nosotros, -que solemos sentirnos superiores- y ellos, que vemos inferiores.

- Usted figura entre los comparecientes en el Congreso para hablar de reforma territorial. ¿Qué cambios plantearía?

-El modelo autonómico actual no es malo. Las autonomías tienen más competencias que los länder alemanes y creo que se pueden aumentar y además articular las relaciones entre ellas. Pero si tiene que hacerse algún cambio tiene que ser para que cualquier ciudadano español esté igualmente tratado en cualquier comunidad desde el punto de vista de la financiación, de los derechos sociales, políticos y culturales.

- ¿La reforma de la Constitución es necesaria?

-Hay cuestiones muy urgentes que no necesitan una reforma constitucional. Por ejemplo, la financiación. Se puede hacer ya, deberíamos avanzar. Hay problemas como el desempleo, las pensiones o temas como que no nos estamos preparando para el futuro. Cuestiones como la digitalización, la robotización que va a cambiar el mundo del trabajo. No nos ocupamos de nada de eso, ni estamos presentes en el contexto nacional e internacional. Todo eso se ha descuidado y solo hablamos de Cataluña y de la Constitución. La reforma exige dos tercios y llevaría una negociación infinita. Por eso pido a los políticos que primero se ocupen de los temas que son verdaderamente urgentes. Pero lo otro da la sensación que es para hacer el efecto de que puede haber alguna solución.

- ¿Los casos de corrupción impiden progresar a la sociedad?

-Es evidente que crean una desconfianza que llevan a las gentes a pensar que todos los partidos y todo el que pueda va a hacer lo mismo y eso, la corrupción y la desconfianza que genera, es lo peor que le puede pasar a una sociedad.

- ¿Por qué está tan mal vista la política por la ciudadanía?

-La política está sobrevalorada. Los políticos deben poner las bases de la justicia para que los ciudadanos puedan realizar su vida y sus proyectos. No queremos salvadores sino facilitadores de la vida de las personas. La clave de la sociedad es sobre todo la Justicia. Creo que los políticos aparecen demasiado en los medios de comunicación. Deberían hacer su tarea igual que el médico o el mecánico y su función primordial debe ser poner las bases de la Justicia. Creo que los políticos están demasiado en el escaparate.