Gloria Lomana estuvo trece años al frente de los informativos de Antena 3. En 2016 decidió cambiar de rumbo, y ahora publica su primera novela, Juegos de poder, un intrigante relato sobre la trastienda en los medios de comunicación.

-¿El poder es un juego?

-No, el poder es la capacidad de transformación de las cosas, o no, como en el caso de Juegos de poder, donde el poder puede ser perturbador.

-En Estados Unidos, los periodistas respetados tienen más de 60 años.

-La sociedad actual respeta poco la experiencia, no solo en el periodismo.

-El periodismo es de los oficios donde se sabe más con los años.

-Es un oficio donde hay que saber interpretar y la experiencia es un grado. Se ha confundido el periodismo con el reporterismo de calle, y eso va ligado a que la gente mayor caduque antes. Eso es un error.

-¿Qué relación periodística es más incestuosa, con los gobernantes o los financieros?

-No creo que haya que vincular el periodismo con otras facetas y ponerle el apellido de incestuosa. Depende más de las actitudes con las que cada cual aborda el oficio. El periodismo necesita fuentes en la política, en el mundo financiero y en la sociedad, porque pone un espejo. A veces hay editores y periodistas que conviven incestuosamente con el poder, pero no se produce de manera generalizada.

-En la película Los archivos del Pentágono , la editora se pone de parte de su director ante las presiones gubernamentales. ¿Impensable en España?

-El periodismo está pasando por un fase de reubicación.

-¿Hacia dónde?

- Hoy no hay medios económicos para hacer un gran despliegue de ese periodismo de investigación que tuvo su etapa de esplendor.

-¿La escaleta de un informativo televisivo ha perdido influencia ante las nuevas tecnologías?

-Ha perdido influencia por la propia competencia. La información llega por múltiples plataformas y no solo por un informativo reglado donde las noticias vienen ordenadas y contrastadas. Necesitamos reinventarnos cada día para tener el predominio de la información.

-En la novela, hay empresarios de comunicación sin escrúpulos, periodistas canallas y policías corruptos. ¿La realidad supera a la ficción?

-Probablemente. Pensando en el lector, tienes que hacer verosímil el mundo donde se adentra la novela, conocer la magnitud de maldad de un personaje con el poder de la información malévolamente utilizado, como el de un Marcelo Russo [el empresario de comunicación protagonista de la novela].

-¿A veces el lector consideraría poco creíbles cosas que pasan?

-Claro, en 440 páginas tienes que medir la densidad de verdades que pones, sobre todo si imaginas un personaje malévolo que se pone a fabricar dossieres para traficar y buscar el poder político y ganar todo el dinero.

-¿Ha sido terapéutica la novela?

-¿En qué sentido?

-En ficcionar cosas que no pudo contar desde el periodismo.

-La novela me la proponen y tengo que pensarla.

-Gloria Lomana no es cualquiera, sino una periodista con muchos años en la primera línea.

-Está novela no la podía haber hecho hace 20 años. No puedes ficcionar algo que ahora es verosímil, como situaciones en la política como...

-...¿El caso Cifuentes?

- Exacto. La situación de acoso y derribo a la presidenta de Madrid no está tan lejos de lo que se describe en Juegos de poder. Donde Marcelo Russo impide que puede ser candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid una señora, que forma parte de la trama de la novela, hasta que pueda plegarse a sus intereses. Después de leer Juegos de poder es más fácil interpretar lo que uno ve día a día.

- ¿Hay profesionales de los dossieres?

-Mantengo que este tipo de operaciones requieren de una infraestructura política y mediática enormemente coordinada para tener éxito.

-¿En su etapa profesional eran habituales los dossieres?

-En mi etapa, y en todas desde que conocemos Ciudadano Kane en el cine, es fácilmente imaginable que la prensa se maneje así, si existe algún personaje que quiere ejercerlo ese poder de manera descarrilada. Aunque, la mayoría de los profesionales y editores son gentes honradas, que creen que el periodismo está al servicio de la sociedad.

-Con todo, el periodismo sigue siendo la profesión más bella del mundo.

-Cuando me dicen si volvería a ser periodista, digo que no es que volvería es que sigo siendo periodista y me moriré así.