Lucía Galán publica su tercer libro, El viaje de tu vida, cuyas páginas "están llenas de padres y madres valientes que hemos compartido los aspectos más difíciles de nuestro viaje: los aprendizajes tras un divorcio, la homosexualidad, la discapacidad, la reproducción asistida, el posparto femenino y masculino, la adopción, cuando una enfermedad crónica llama a la puerta de la habitación de tu hijo que aún no ha cumplido los 2 años y es él el que te enseña cómo disfrutar de la vida".

- Habla de desterrar mitos y empieza por el posparto, ¿está idealizado?

-No es que el posparto esté idealizado, es que llegamos a él a toda velocidad, sin carné de conducir, sin frenos y sin haber pisado la autoescuela. No tenemos información del posparto. La información se centra en el embarazo, en el parto y en los cuidados del recién nacido. Pero son pocos los que preparan emocionalmente a los padres para las siguientes semanas que serán especialmente duras. Y son duras para madres y para padres. Para las madres porque estamos agotadas, exhaustas, no terminamos de encajar aún la llegada del bebé, pasamos por muy diferentes estados de ánimo en un mismo día: alegría, emoción, satisfacción, tristeza, apatía, miedo. Como nadie te lo ha contado te crees que eres la rara, la diferente. Crees de verdad que el problema está en ti y eso empeora tu sentimiento de culpa y tu frustración.

-¿Y qué hay del posparto masculino?

-Los hombres pueden sufrir depresión posparto. Es una entidad poco frecuente y muy poco conocida. Pero según diversos estudios se estiman cifras entre el 4 y el 10% de los padres, generalmente entre los 3 y los 6 meses tras nacer el bebé. A diferencia de las mujeres, los expertos explican que los hombres más que tristeza presentan irritabilidad y/o agresividad. Los casos que he visto lo han reconocido posteriormente una vez superado el trance.

-Siguiendo con los mitos, ¿qué hay sobre el de la supermadre perfecta?

-No existen las supermadres-perfectas ni los superpadres-perfectos ni los superhijos-perfectos ni la supervida-perfecta ni nada perfecto en este mundo. Este tipo de creencias lo único que generan es un terrible sentimiento de culpa al comprobar que no llegas a todo y al pensar que los demás sí llegan. Tampoco quiero que mis hijos crean que su madre es perfecta, primero porque no lo soy y segundo porque flaco favor les haré cuando pasen los años, salgan ahí fuera y tengan su primera caída en la vida real. No me perdonaría que pensaran: "Aquí mi madre nunca se hubiese caído. Ella era perfecta".

-Hace poco a la periodista Samanta Villar le llovieron las críticas por decir que al ser madre se pierde calidad de vida. ¿No es políticamente correcto hablar de lo duro que es la crianza?

-La maternidad y la paternidad es dura y es sacrificada, cierto. Te quita y te da. Ahora bien, el balance final es maravilloso e inigualable. Lo mejor que he hecho en mi vida ha sido tener a mis hijos. Me han cambiado, me han transformado y a pesar de haber perdido horas de sueño, ganado arrugas, canas y a veces penas, son y serán lo mejor de mi vida. En estas páginas hablo de lo difícil que es, por supuesto; de lo sacrificado y del miedo que se pasa pero al mismo tiempo desde el convencimiento que ser padre es el viaje más apasionante de nuestras vidas.

-¿Cómo afecta un divorcio a los niños?

-Un divorcio siempre es difícil, sean las circunstancias que sean. Y lo es para los padres y por supuesto para los hijos. La manera en que les afecta depende fundamentalmente de la forma en la que los adultos lo gestionen. Pretender que nuestros hijos no sufran si el divorcio es hostil es un imposible. Conseguir que lo asuman con serenidad y con madurez es posible si sus padres trasmiten justamente esos valores: serenidad, madurez, comprensión y amor. Y es que al final nuestros hijos lo que necesitan es ver a sus padres felices, ya sea en pareja o viviendo en casas separadas. El ejemplo que tenemos que dar es de amor, y aunque ese sentimiento ya no se experimente hacia el padre o hacia la madre, el amor hacia ellos está por encima de todo lo demás.

- ¿Cómo afrontan hoy los padres la homosexualidad de sus hijos?

-Hay de todo pero por regla general lo afrontan bien. Sin ninguna duda mucho mejor que en generaciones pasadas. Afortunadamente esto está cambiando. Tolerancia, respeto y comprensión son valores que todos intentamos transmitir a nuestros hijos y que no distinguen ni de raza, ni de religión, ni por supuesto de condición sexual.

- ¿Qué relación deben tener nuestros hijos con las nuevas tecnologías?

-Forman parte de nuestro presente y ya de nuestro futuro, no podemos pretender aislarles de una realidad con la que conviven cada día. Eso sí, debemos hacer un uso responsable de todas ellas. Tiempos limitados, supervisados, establecer una serie de normas tales como: nada de dispositivos en la habitación mientras se duerme, tampoco en la mesa mientras se comparte comida con la familia. Soy una madre muy compresiva y creo que tolerante, pero hay cosas que en mi casa no se negocian: "¡Niños a cenar!". Nos sentamos a las 20.30 en la mesa y a veces nos dan las 22 horas y seguimos de charleta. Luego un cuento de buenas noches, un pis y a la cama. ¿Habrá algo mejor que esto?

-¿Qué mensaje tiene que darle a los padres que tienen dudas hacia las vacunas?

-Las vacunas suponen uno de los avances médicos más grandes de la historia. Las vacunas salvan cada año entre 2 y 3 millones de vida; repito, cada año. No vacunar a tu hijo es exponerle a enfermedades potencialmente mortales o asumir el riesgo de sufrir secuelas irreversibles. ¿Dudas con respecto a algunas vacunas? Aquí estamos para intentar asesorarte y darte información científica fiable y avalada por organismos oficiales y por comités de expertos que dedican su vida profesional al estudio de la seguridad y eficacia de las vacunas.