Al frente de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap) desde hace un año y tras cuatro como vocal de la junta directiva, Mercedes Escarrer asegura que en la actualidad el 35% de los menores tiene algún tipo de alergia, un problema que crece conforme pasan los años. La población pediátrica está cada vez más expuesta a sufrir alguna alergia, ya sea de tipo alimentaria o respiratoria. La presidenta de Seicap detalla algunas causas y los tratamientos actuales.

-Cada vez son más los menores que presentan problemas relacionados con alergias alimentarias, ¿qué está pasando?

-La verdad es que sí. La Academia Europea de Alergia estima que un 35% tiene algún tipo de alergia, y de tipo alimentaria puede ser entre un 8% y 10% de la población pediátrica. Las causas son difíciles. Existe la teoría higienista que dice que al estar vacunado y no tener contacto con bacterias ni parásitos, el sistema inmunológico se decanta más hacia la alergia que otra cosa. También abordan los cambios en la alimentación.

-¿Cuáles son las más comunes entre este colectivo?

-Entre los lactantes es la leche y el huevo. Entre los más mayores los frutos secos, el pescado, el marisco y las frutas rosáceas como manzana, pera o melocotón. Las legumbres también es frecuente, en esa familia se incluyen la soja y el cacahuete.

- ¿En torno a qué gira el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma pediátrica que se celebra estos días en Málaga?

-Hay contenido científico con dos mesas redondas en las que se habla sobre cómo mejorar la eficacia de las vacunas de la alergia y del pulmón como fuente diana inmunológica, de autoinmunidad e inmunodeficiencia. Otra de las cosas que se aborda es que la academia europea de alergia e inmunológica clínica habla sobre los frutos secos. Cómo se diagnostica, talleres para los especialistas y como novedad un taller para concienciar sobre el daño que produce el tabaco. También hay casos clínicos de asma grave y como se hace una inmunoterapia oral con alimentos. Se incluye además una jornada para pediatras en la que se ven diferentes conceptos sobre alergia e inmunodeficiencia y algunas empresas farmacéuticas hacen desayunos y comidas con expertos. Ayer abrimos el congreso a familiares y niños con alergias con la feria de la salud con varios stands sobre el tabaco, la rinitis, las alergias alimentarias, las inmunodeficiencias, asociaciones representadas y han venido colegios acompañados por monitores que explicarán diferentes conceptos y nociones sobre la alergia.

-Una de las enfermedades con mayor prevalencia en la actualidad es el asma, ¿cuál es su evolución entre los menores?

-En las respiratorias tenemos la polución ambiental. Hemos hecho varios estudios y cada vez aumenta más, se estima que un 10% de los niños tiene asma; es la enfermedad crónica más frecuente en países industrializados. Hay factores ambientales como la contaminación que hace que aumente más el asma, entre los lactantes se da la bronquiolitis pero si no tienen antecedentes familiares o piel atópica solo tendrán asma hasta los cinco o seis años. Los que sí tengan algunos de estos factores de riesgo tendrán más probabilidades de seguir teniendo cuando sean mayores.

-Los tratamientos personalizados e incluso la aplicación de la inmunoterapia son algunos de los caminos para abordar estas dolencias.

-Cada vez diagnosticamos la alergia mediante un diagnóstico por moléculas que nos permite mejorar la eficacia y los resultados de la inmunoterapia. En la alimentaria trabajamos con la inmunoterapia al alimento, es decir, le damos al niño pequeño que no tolera la leche en pequeñas cantidades para que desarrolle una tolerancia a ese alimento. El año pasado ya se presentó en el congreso de Zaragoza cómo la inducción de tolerancia oral es cada vez más precoz.

-Realizar un diagnóstico precoz es clave para la calidad de vida del paciente.

-Es muy importante el diagnóstico precoz para tomar medidas y mejorar la calidad de vida del paciente. A veces no se puede impedir la evolución pero sí lograr que esté mejor controlado y tenga un tratamiento efectivo lo antes posible.

-¿Qué relación hay entre la dermatitis atópica y el bullying ?

-Los niños con dermatitis atópica tienen más riesgo de sufrir bullying porque su piel llama la atención, los niños no se quieren sentar con ellos... Igual pasa con los que tienen alguna alergia alimentaria. Hemos hecho estudios que lo demuestran. Están marcados, el resto ven que es más especial y todo lo que sea marcar a un niño condiciona.

-¿Es el cuidado excesivo contraproducente?

-Los últimos estudios sobre alergias hablan de introducir cuanto antes los alérgenos en la dieta de los niños en riesgo, aquellos con antecedentes familiares de alergia. Si se introduce el huevo o el cacahuete en forma de mantequilla tienen menos riesgo de desarrollar alergia a esos alimentos y la tendencia es incluirlos cuanto antes para hacer una prevención sobre esas alergias alimentarias.

-Mantener el nivel científico de la sociedad era uno de los objetivos que se marcó al asumir este cargo, ¿cómo ve España en este aspecto?

-Estamos luchando por mantener el nivel científico y conseguir que a los especialistas en alergias pediátricas nos reconozcan la capacitación pediátrica. Estamos luchando pero se ha frenado el proyecto. Por otro lado tenemos varios grupos de trabajo en la sociedad científica, de asma, dermatitis atópica, educación..., que trabajan para establecer un protocolo de tratamiento de investigación y es el motor.

-¿Cuál es la tendencia en el ámbito de las alergias?

-Parece que la tendencia es que a la larga la mitad de la población va a ser alérgica en general. En diez años un 50 por ciento de la población pediátrica será alérgica.

-España cuenta con 44 unidades destinadas a las alergias pediátricas, ¿es suficiente?

-Son pocas. Desde la Sociedad luchamos para que se acrediten más y pensamos que los pediatras con la acreditación estamos capacitados para diagnosticar y tratar a niños con alergias e inmunodeficiencias.