Alicia Miyares (Arriondas, 1963) es filósofa, feminista y portavoz de la plataforma No somos Vasijas, destinada a acabar con los vientres de alquiler. Escribió su último libro, Democracia feminista, en 2003 pero ha sido reeditado este año por la oleada de protestas feministas que sacuden a la sociedad actual.

- Democracia feminista, ¿qué es?

-Es el intento de poner al feminismo como una teoría política que perfeccione las democracias. Ninguna sociedad avanza si no incluye en su agenda el feminismo. La mayor parte de las democracias que conocimos hasta finales de los 90 excluían las políticas feministas. En este país la igualdad efectiva no llegó hasta 2005. Muchas de las propuestas que incluyo en este libro ya se llevaron a cabo durante el Gobierno de Zapatero, ahora hacen falta políticas nuevas.

-¿Cuáles serían?

-Tiene que establecerse una paridad como un derecho real. A día de hoy las mujeres tienen un pobre porcentaje (en torno al 6%) en puestos directivos. Lo mismo ocurre en los sillones de la Real Academia de la Lengua. También se deben abordar todas las políticas de cuidado y responsabilidad de niños y mayores con igualdad entre ambos géneros. Los temas de la explotación reproductiva de las mujeres aún se deben de tratar. Por otro lado, es urgente abordar todo lo que tiene que ver con el mundo judicial: es necesario un cambio en el código penal.

-¿Se refiere a la sentencia de La Manada ?

-Entre otras. No puede haber una distinción entre abusos y violación que los jueces arbitren a su antojo. Estos términos no pueden estar sujetos a interpretaciones. Lo correcto es que exista un delito de tipo sexual, dentro del cual se puedan establecer tipos. Algo no puede dejar de ser una violación porque no haya una navaja en el cuello. Violencia es la intimidación de cuatro hombres sobre una mujer.

- ¿Qué opina de la puesta en libertad provisional de los agresores?

-Como todo el mundo respeto las decisiones judiciales pero estoy en contra de la interpretación que han dado, desde el principio. El problema está en que se ha tipificado como abuso lo que, para una inmensa mayoría, es una violación. Por eso veo justificado que el feminismo se manifieste.

- ¿Qué es para usted ser feminista?

-La defensa de la igualdad para todos los seres humanos. Y por eso, la igualdad de las mujeres tiene que traer cambios también en la vida de los varones. Ambos sexos deben cambiar para mejor.

-¿Cómo debe cambiar la vida del hombre?

-De mano, la responsabilidad del cuidado de los hijos y las personas mayores debe ser igual. Tiene que haber leyes que lo regulen para que, poco a poco, se difunda un mensaje de pedagogía cívica a la ciudadanía.

- Es profesora, ¿qué conductas observa en las aulas en materia de género?

-Observo que nuestras adolescentes están increíblemente concienciadas con el feminismo y la igualdad. En las últimas manifestaciones han sido muchísimas las jóvenes que salieron a la calle y que tienen una conciencia feminista muy clara. Son chicas que van de los 16 a los 24 años.

-¿Y ellos?

-A ellos, en parte, los arrastran ellas.

-¿Vive el feminismo un momento claro con las movilizaciones en las calles?

-Vivimos un momento de nueva ola del feminismo que comienza con el tren de la libertad, que surgió en Asturias, y no con el 8-M. El tren de la libertad, contra la reforma de la ley del aborto, fue una manifestación multitudinaria que impresionó al propio feminismo. Ahí se inició la cuarta ola, la nueva era feminista. Sobre esto hablo en el libro que ahora preparo, que se llama precisamente así La cuarta ol a.

-Es conocida por la asociación No somos Vasijas. ¿Cuál es su labor?

-Denunciamos los vientres de alquiler. Es una práctica que no se puede aceptar porque mediante un contrato se le pide a una mujer renunciar a un derecho fundamental. ¿Cuántas personas estarían dispuestas a renunciar por contrato a su derecho a voto, por ejemplo? Al final, quienes se prestan a algo así son aquellas personas con necesidades económicas. A esto hay que añadirle la violencia ginecológica a la que se somete a las mujeres mediante hormonas.

-El Gobierno de Pedro Sánchez decidió no regular esta práctica, ¿qué le parece?

-El PSOE es el único partido que de manera formal se ha declarado en contra de los vientres de alquiler, por lo que me parece consecuente. Podemos, en cambio, ha hecho declaraciones en contra pero nunca lo ha manifestado de manera formal.

-¿Qué retos en materia de igualdad le espera al Gobierno de Pedro Sánchez?

-En este momento, tiene varios puntos sobre la mesa como la brecha salarial, temas de responsabilidad y lo más urgente: seguridad jurídica para las mujeres. Eso solo se puede abordar cambiando tipificaciones del código penal. Todo esto debe complementarse con formación en perspectiva de género.

-¿Para cuándo su próximo libro, La cuarta ola ?

-Espero que para finales de otoño o, como mucho, para principios del 2019.

-¿Qué lectura recomendaría, al margen de sus libros, para educar en el feminismo?

-El libro de Ana de Miguel, Neoliberalismo sexual. Empatiza mucho con las más jóvenes. Es un buen comienzo.