La polémica sentencia de La Manada que ha provocado una oleada de indignación feminista ha sacudido también a una sociedad hasta ahora adormecida que por fin exige respeto a las mujeres. Sin embargo, comienzan a aparecer indicios inquietantes sobre el sentido de la última palabra que tiene el Tribunal Supremo, reflexiona Isabel Valdés, periodista y escritora, que acaba de publicar Violadas o muertas (Península), un ensayo contra todas la "manadas" y sus cómplices que no ven agresión en el hecho arrinconar a una chica de 18 años en un portal para abusar sexualmente en grupo de ella, grabarla en un vídeo y robarle el móvil antes de dejarla tirada y destrozarle la vida. Valdés, admiradora de la valentía de esta víctima que se atrevió a denunciar, teme ahora que los cinco condenados, en libertad provisional tras dos años encerrados, se vayan de rositas amparados por una justicia cuyas reglas han dictado y aprobado hombres en un escenario "viejuno" que nada tiene que ver con la realidad de hoy.

-¿Qué ha supuesto en nuestra sociedad la abrumadora respuesta de la jornada del 8 de marzo contra la sentencia de La Manada ?

-Un apoyo social a la lucha feminista. España fue un ejemplo en la defensa de los derechos de las mujeres.

-¿Estamos ante un 15-M de la mujer o ante el #MeToo de España?

-Sí porque los mismos que se rebelaron contra la precariedad laboral y la falta de viviendas impulsaron por fin algo aún más importante que es exigir respeto al cuerpo y a la mente de las mujeres.

-Reconocerá que la condena de nueve años a cada uno de los acusados de La Manada , que podría corresponder a la de un homicidio, no ha sido leve.

-Exacto, violar no sale gratis a no ser que ahora les absuelvan. Pero resulta extraño que a un ladrón de poca monta le condenen a 15 años y a unos señores que han destrozado la vida de una chica les caigan nueve y estén ya en la calle.

-¿Le parece bien que el feminismo pida el boicot para que nadie de trabajo a los miembros de La Manada y para que sean rechazados socialmente tras salir de la cárcel?

-Me parece estupendo que las mujeres opinen y exijan. Otra cosa es lo que hagan después los empresarios. Lo que me parece peor es que el militar y el guardia civil condenados no hayan sido ya expulsados de sus puestos de trabajo.

-Es que no hay sentencia firme.

-Pero esos dos señores llevan cobrando dos años sin trabajar.

-¿Está de acuerdo con la juez Gloria Poyatos, según la cual el auto de excarcelación de La Manada coloca en una posición de víctimas a los culpables?

-Sí, porque se muestra una condescendencia con esos condenados que desde luego no se ha tenido con la víctima. Se defienden más los derechos de los culpables que los de la chica.

-El voto de una juez resultó decisivo para la puesta en libertad provisional de los condenados, ¿puede tratarse de un aviso de una posible sentencia absolutoria por parte del Tribunal Supremo?

-Cuando se deja en libertad provisional a los condenados suele haber luego una sentencia absolutoria. Sí, temo que una sentencia absolutoria de La Manada.

-Lo que usted denuncia es la exigencia legal de que para que haya violación tiene que haber resistencia, cosa que no ocurre en otros delitos. ¿Es así?

-Si me intentan matar no tengo que demostrar que me he defendido y si me roban el bolso, tampoco. Eso sí, si me intentan violar tengo que dar fe de que me cerré de piernas, grité y me enfrenté al agresor. Es absurdo.

-Si hay sumisión o falta una negativa expresa puede haber abuso pero no violación. Es la ley.

-Legalmente eso es así. Se pone el foco en la actitud de la agredida más que en la del agresor.

-¿Quiere eso decir que hay que jugarse la vida para que haya violencia e intimidación?

-Esa es la dicotomía en la que te ponen la sociedad y la justicia a pesar de que las organizaciones internacionales recomiendan no resistirse a una violación para evitar un mal mayor: la muerte.

-Si no dices sí no hay consentimiento, ¿verdad?

-Es que hay muchos hombres que no saben interpretar los gestos o las señales de una mujer. Si te callas no es una respuesta afirmativa y si dices no es no.

-El abogado defensor de La Manada llegó a asegurar que quien pueda ver el vídeo de lo ocurrido en aquel portal se convencerá de que allí no se cometió delito alguno. ¿En qué se basa?

-Muy pocas personas han visto ese vídeo asqueroso de una violación. A este abogado le recuerdo que dos de los tres jueces sí que vieron delito en la acción de La Manada.

-Pero el alcohol o las drogas pueden influir tanto en la agresión como en supuesto consentimiento...

-Puede mermar tus capacidades pero eso no es motivo para justificar una violación. Nadie debería aprovecharse de otro que está borracho.

-¿Eran ellos conscientes de lo que hacían?

-No y eso es lo peor. Ellos veían como algo normal violar a una chica.

-La defensa de los violadores argumentó que la víctima había podido desarrollar posteriormente su vida con normalidad. Vamos, que no había sido para tanto...

-Ella ha requerido asistencia psicológica y ha mostrado una absoluta resiliencia y valentía digna de admirar. Es repugnantemente que alguien vea mal que una mujer se recupere de una violación y que siga con su vida.

-¿Qué le ha faltado, en definitiva, al tribunal de justicia para declarar que hubo violación por parte de los miembros de La Manada ?

-La ley tipifica este tipo de delitos con una mentalidad del siglo XIX, alejada de la realidad, de los Derechos Humanos y de la convención de Estambul.

-¿Le parece correcta la reacción producida por un sector del feminismo contra el juez que emitió el voto particular de que no hubo delito alguno porque había mucho jolgorio en el portal?

-Desde luego que sí. Ese juez habla de una orgía consentida al tiempo que veja e insulta a la víctima.

-Dice usted que los jueces están llenos de prejuicios, pero hoy ya hay más juezas que jueces.

-Pero en los puestos de decisión siguen estando los hombres y las leyes fueron redactadas y aprobadas por ellos.

-¿A qué se refiere cuando propone "juzgar con perspectiva de género"?

-A la necesidad de adaptarse a una realidad social que exige tratar a hombres y mujeres por igual.

-¿Hay que modificar el Código Penal o hay que cambiar a la sociedad?

-Ambas cosas y hay que educar a los jueces y darles herramientas para que puedan hacer una interpretación más sana de las leyes.

-¿Es que no hemos llegado todavía a una cultura del placer sexual compartido como iguales?

-El sexo ha sido hasta hace nada un tema tabú, algo sucio y mal visto, cuando es algo maravilloso. Ahora se quiere volver a manipular lo que es el sexo que tendría que ser siempre empático y compartido.