Sergio Brea es un joven filósofo y novelista asturiano de 26 años que, tras graduarse en Filosofía y haber obtenido un máster, realiza un doctorado en Filosofía Política con una innovadora tesis sobre las categorías del centro político. Al igual que sus novelas, promete no dejar indiferente a nadie.

-¿Cómo surgió la idea de investigar en su tesis acerca del centro político?

-La idea surgió cuando Ciudadanos dio el salto al panorama político nacional y decían que eran de centro. Al mismo tiempo, el PP decía que era la muleta de la izquierda y el PSOE, la de la derecha. Entonces, me empecé a preguntar qué era ser de centro. "Lo mejor del PP y del PSOE", me decían. Pero eso no me bastaba y decidí investigar sobre el tema. Mi estudio se centra en comparar los casos de Ciudadanos con el de la Falange anterior a Franco.

-En esencia, ¿qué descubrimientos ha encontrado en relación al centro?

-A mi juicio, el centro es una síntesis de ideas de izquierdas y derechas. Para ver si eso era cierto, como yo creía, opté por ver si existe un centro que aúne elementos de extrema izquierda, izquierda, derecha y extrema derecha. Y lo curioso es que no lo tengo como hipótesis, sino que lo veo en la realidad. El fascismo, para mí, es ese extremo centro, y no la extrema derecha en la que algunos lo sitúan. No es casualidad que el fascismo surgiera después del resto de ideologías, porque aglutina un conglomerado de distintas ideas.

-Entonces, ¿dónde ubicaría ideológicamente a los partidos que popularmente conocemos como de extrema derecha?

-Hay que diferenciar. Además del extremo centro, también encuentro lo que denomino centro radical populista, que hace lo mismo que el fascismo, pero de forma más rebajada. Me refiero al Frente Nacional de Marine Le Pen. Su programa es de izquierdas en lo económico, era prácticamente clavado al de la Francia Insumisa, lo que aquí conocemos por Unidos Podemos. Lo que les diferencia son las políticas con respecto a la inmigración y a la Unión Europea, porque en ese tipo de cuestiones son nacionalistas, es decir, de derechas. Y, claro, si tiene la mitad de cada ideología, ¿cómo va a ser de extrema derecha?

-¿En la historia de España ha habido extremo centrismo?

-La primera Falange, la de José Antonio Primo de Rivera, sí que era de izquierdas en lo económico y de derechas en lo social. Las Falanges actuales dan más valor al catolicismo, que es un elemento antifascista en realidad, porque el fascismo pretende ser una religión política que compite con el resto de religiones, sobre todo con el catolicismo, que es la más potente a nivel europeo.

-¿Y en la España actual?

-A veces se habla de Vox, pero ellos son derecha radical, un partido homólogo a Alternativa por Alemania en cuanto a políticas de inmigración o temas religiosos, en cuanto a "el Islam viene a invadirnos". Pero eso no es extremo centro, porque, ¿qué tiene de izquierdas Vox? Económicamente son muy liberales. ¿Desde cuándo los fascistas son liberales o ultraliberales? Todo lo contrario... Y eso es lo que trato en la tesis, esa amalgama de ideologías que se catalogan como extrema derecha: tradicionalistas que quieren volver al Antiguo Régimen, ultraliberales y fascistas, y todos ellos son muy distintos y no se llevan demasiado bien entre sí.

-Cambiando de tercio, le pregunto al Brea filósofo. ¿Cómo valora la situación de la filosofía hoy en día?

-Es una situación precaria, no sOlo de hoy, sino a lo largo de la historia. El poder no quiere que la gente piense, prefiere que sean ignorantes para que les dejen hacer lo que quieran.

-¿Defiende alguna reivindicación en este aspecto?

-Me gustaría que, al menos, se mantengan los planes de estudios actuales. La Filosofía es necesaria para favorecer el diálogo y el debate, y más en un sistema democrático. Por eso afirmo que la Filosofía es la asignatura más democrática de todas, porque es en la que mejor se ven los diversos puntos de vista que hay en la sociedad.

- ¿Entonces, usted considera que se imparten las suficientes horas de Filosofía en los institutos?

-En la ESO es necesario que se aprenda a pensar. Por ello, es mejor una hora a la semana que nada. En Bachillerato, lo veo mucho más importante, porque los alumnos muestran mayor interés. En este sentido, los profesores tienen un papel clave. La cosa no es que los alumnos estén interesados, sino que tú logres interesarlos.

-Recientemente ha publicado la novela El Evangelio según San Genocidio.

-Por resumirlo bastante, esta novela es la historia de un bibliotecario al que un ángel le comunica que, en nombre de Dios, tiene que matar a todo el mundo.

-¿Qué estilo usa en sus novelas?

-Me suelo basar en el estilo de Saramago, mezclándolo con el humor y la ironía de Eduardo Mendoza. Con esta última novela nadie va a quedar indiferente, espero romperles sus esquemas.