Carmen Remírez de Ganuza es una periodista que ha desarrollado su carrera en diversos medios de comunicación de ámbito nacional, tanto en radio como televisión y prensa. Su último proyecto es un libro sobre la Princesa de Asturias titulado Leonor, el futuro condicionado de la monarquía.

-¿Por qué un libro sobre Leonor?

-Aunque parezca mentira los españoles saben muy poco de la que ya es heredera al trono de nuestro país, incluso de la propia institución de la monarquía. Nuestra generación no tiene una cultura institucional que le permita tener referencias e interpretar determinados actos.

-¿Cuál es la relevancia del cargo de Princesa de Asturias?

-El título de Princesa de Asturias data de 1388, está ligado al nacimiento de la Corona de Castilla y a la paz firmada entre los antiguos contendientes al trono. Para la monarquía española, tanto para los Austrias como para los borbones ha sido de vital importancia. Todos los reyes que han llegado de manera sorpresiva al trono han querido hacerse con el título.

-¿Por qué se nos ha ocultado la figura de Leonor?

-Es una decisión de los Reyes. Ocultar la figura de Leonor es un pequeño gran lujo que se ha dado la Casa Real en relación con otras casas reales europeas. Las herederas de los otros tronos son más conocidas que ella. Había razones para no exponerla a la presión mediática mientras era niña. Seguramente estaban en lo cierto en esa decisión, pero no puede ser para siempre. Apenas faltan cinco años para que jure su función frente a las Cortes, para que los españoles la conozcan, va a ser necesario una apertura mayor y un rodaje institucional.

-Sabemos que a la Princesa de Asturias le gusta Kurosawa.

-Aunque pudiera responder a la realidad, creo que eso obedeció a un concepto no acertado de lo que debe ser la información acerca de la Princesa. Perjudicó su imagen, dio un retrato de ella demasiado remilgado, intelectual y un tanto impertinente, como de marisabidilla. Es una niña formada pero absolutamente normal e intercambiable con otros de su generación.

-¿Cuáles serán sus funciones?

-Será igual que el actual Rey, una Jefa de Estado con funciones muy parecidas al de cualquier presidente de república, con un papel moderador y de arbitraje entre las fuerzas políticas y con funciones especificas para la convocatoria y disolución de las cortes, siempre refrendado por el gobierno electo. Como en cualquier democracia parlamentaria está sujeta a las reglas que la ciudadanía se ha dado. Son mucho más democráticos que los reyes de antes, están sujetos a la ley del Estado.

-¿Y la inviolabilidad?

-El Rey es inviolable. El día que Leonor reine lo será, como ha sido Juan Carlos I y lo es Felipe VI. De esta manera el Estado está a salvo de contingencias por posibles chantajes. Ahora simplemente es una aforada, no tiene mas privilegios que su tía Cristina que se sentó ante los tribunales. Si antes de ser Reina tuviera un tema penal sería juzgada.

-¿De verdad se atreve la Justicia con la Corona?

-La Justicia española es la que más lejos ha llegado con la asunción de responsabilidades con las personas de la Casa Real. Nunca hubo un cuñado del Rey en la cárcel. Hace unos años el Rey consorte de Holanda protagonizó un escándalo económico muy serio y la Justicia de allí lo tapó. Nuestra Justicia es muy seria.

-Con todo esto, ¿llegará Leonor a reinar?

-Durante el reinado de Felipe VI se ha creado una bolsa de republicanos que ha aumentado su tamaño y beligerancia, con mayor presencia en las Cortes. En términos sociológicos no sabemos a cuánto asciende, no hay encuestas desde hace unos años. El número de afines a la república ha crecido, pero sigue siendo una minoría. En la medida en que esta brecha aumente o disminuya el trono de Leonor estará más o menos amenazado.

-¿Qué podemos esperar de ella?

-Creo que lo que podemos esperar es que sea una Reina de su tiempo y que conecte con su propia generación. Además de tener una formación importante, conocer la constitución y sus finalidades, tiene que ser una reina conectada. Debe tener una sensibilidad especial por los asuntos sociales, por ejemplo, la igualdad de género y social.

-¿Su prevista participación hoy en el Día de Asturias permitirá conocerla más?

-No crearía demasiadas expectativas en una sociedad mediática como la nuestra. Este acto se va quedar un poco corto, en el sentido de que no vamos a escuchar ningún discurso de ella. No vamos a conocer más a la niña detrás de la Princesa. La Casa Real mantiene una excesiva prudencia en la presentación de la Princesa. Son demasiado prudentes e institucionales. La sociedad de hoy reclama un acercamiento mayor de la figura de la heredera. Tiene más carácter dinástico, histórico e institucional que de transparencia sobre la propia princesa. Creo que habrá nuevos actos hasta la jura.