El endocrino gallego Jesús Ángel Fernández Tresguerres, especializado en envejecimiento, incide en la buena alimentación y los buenos hábitos para la calidad de vida. Licenciado en Medicina y Cirugía y Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid -en la que ejerce como catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental-, lleva más de 40 años de experiencia profesional. Es miembro numerario de la Real Academia Nacional de Medicina y, a lo largo de su reputada trayectoria, ha publicado 18 libros, tiene más de 200 publicaciones originales y ha hecho más de 300 comunicaciones en congresos.

-¿Por dónde empezamos cuando queremos cuidarnos?

-Por la alimentación. Debemos plantearnos que, en general, en el primer mundo es excesiva, y eso unido a una disminución de la actividad física de la inmensa mayoría de las personas conduce a una situación de obesidad. Todo lo que suponga la posibilidad de cambiar hábitos alimenticios para disminuir las calorías está bien. Y está la posibilidad de no cambiar los hábitos alimenticios y sí cambiar el contenido real de los alimentos.

-Pero no es sólo lo que comemos, sino también la cantidad.

-Sí. En los años treinta del siglo pasado ya se descubrió que si comíamos menos viviríamos mejor. Pero no tuvo trascendencia porque como los experimentos se hicieron sólo con ratas y a las personas mayores sólo nos quedaba el placer de la mesa, dijimos: "Esto no me afecta". Pero en los años 2000 se ha repetido el experimento con monos. Unos han comido todo lo que han querido y otros, con una restricción del 30 por ciento. Y los que han comido menos están mucho mejor que los que comen todo lo que quieren. A partir de ese momento ya no podemos seguir diciendo que afecta sólo a las ratas. Afecta a todos. Y por lo tanto estamos buscando alternativas, porque no queremos dejar de comer.

-¿Cuáles?

-Una de ellas es dejar de comer proteínas. Comemos demasiados tipos de carne en general. Lo bueno es intentar volver a una alimentación más parecida a la mediterránea antigua. Comer muchos platos de cuchara, incluyendo la fabada, el cocido y la paella, que en general tienen algún tipo de legumbre o arroz pero poca cantidad real de proteínas. Ahora están saliendo muchos alimentos con menos grasas, y lo siguiente debe ser comer con menos proteínas. Debemos volver otra vez a los guisos.

-Ahora se está poniendo mucho el punto de mira en alimentos como el pan blanco.

-Sí. En general, las harinas y los azúcares. La harina es un azúcar complejo. Y en los últimos años hemos incrementado el consumo diario de azúcar a unas cantidades de locura. Ese azúcar se transforma también en grasas, concretamente en colesterol. Hay que disminuir la cantidad de harina y azúcar y aumentar las legumbres y verduras.

-También están el ejercicio y el sueño.

-Por supuesto. Yo a todos mis pacientes les recomiendo hacer ejercicio moderado. Porque el excesivo aumenta las oxidaciones. Y el sueño es reparador. Es absolutamente necesario tener una buena filosofía de sueño y dormir al menos siete horas.

-Con la edad mucha gente ve que duerme peor y empieza con el consumo excesivo de pastillas, un hábito no muy saludable...

-Depende de qué pastillas, porque existe la posibilidad de tomar melatonina, una sustancia que nosotros mismos producimos. El problema es que como es muy barata y no patentable, no le interesa a ningún laboratorio. Pero con ella se puede restablecer un sueño bastante normal, mientras que con las benzodiacepinas habituales se tiene un sueño artificial que no es tan reparador.

-Pero éstas son más rápidas, y la melatonina empieza a funcionar a largo plazo, ¿no?

-Bueno, es bastante rápida. No sirve para decir esta noche no puedo dormir, me tomo melatonina y me duermo, pero en seguida se regula el sueño. Lo que ocurre es que la benzodiacepina es un ansiolítico y me puede quitar la ansiedad que pueda tener, que es la que hace que no me duerma, que eso es otra historia.

-¿Recomienda tomar suplementos de algún tipo o sirve con la alimentación?

-Yo lo recomiendo pero siempre bajo un control médico. Porque algunas sustancias pueden ser buenas en unos momentos y en otros no.

-Los nutricionistas insisten cada vez más en que no hay alimentos mágicos, que lo que importa es cómo uno coma a lo largo de una semana.

-O de un año. Lo suscribo totalmente. El equilibrio es fundamental. Lo que se debe tomar a partir de los 40 años es mucha más cantidad de frutas y verduras y menos cantidad de proteína, no digo que ninguna. Pero las proteínas no se les deben quitar a los niños nunca, porque si no, no crecen. Sólo a las personas de más de 40 años. Al niño no le pasa nada porque las tome. Tiene un organismo más joven y tiene más capacidad para producir antioxidantes.