Referente indiscutible de la música en las dos últimas décadas, el rapero Nach lanza Almanauta, su nuevo trabajo, a golpe de rimas y versos con colaboraciones y estilos variados con Bunbury, Kase-O, Residente o Ele, entre otros.

-¿Qué es Almanauta ?

- Almanauta soy yo y todo aquel que esté dispuesto a abrir su alma con mi música. Almanauta es un navegante a través del infinito mar que se encuentra en algún lugar de nuestro cuerpo y mente, un lugar pequeño e infinito, eso siempre, que me ha llamado la atención y me ha parecido fascinante. Y a mí me gustaría encontrar almanautas, gente dispuesta a escuchar, a viajar con ella, a no esconder la mirada en todo lo que sienten, en todo lo que soy y pasa por ahí, en una sociedad, en unos tiempos, donde a veces nos da miedo ver nuestra propia alma y qué nos dicen.

-¿Qué novedad presenta el que es su noveno disco?

-A nivel lírico he trabajado mucho con las letras. He evolucionado y mejorado a la hora de interpretarlas, de grabarlas, de hacer mucho trabajo previo para que pueda parecer más fácil. Y a nivel musical, es más dinámico, hay muchos estilos de música, desde soul, toques de trap, hip-hop clásico de los 90... hay mucho abanico musical. También he trabajado en tiempos distintos, unos más lentos, otros más rápidos, y en esa variedad de tiempos intento sentirme más cómodo.

-¿Se puede seguir mejorando después de 20 años de éxito?

-Yo quiero seguir trabajando, funcionando, buscando la mejor versión de mí mismo, disfrutando y esto no es un trabajo fácil, no lo tengo todo hecho. Lo único que vale aquí es trabajar, sacar lo mejor de uno mismo, con la mejor calidad posible de trabajos musicales, con colaboraciones y artistas que me entiendan. Y a partir de ahí, sigo siendo un inconformista que puede seguir haciéndolo mejor en mi obsesión, en mi lucha, con ellos, para seguir a más. Es un noveno disco, no era fácil, y creo que he mostrado un mundo que está lleno de emociones y riqueza musical. Va a ser un viaje bonito, y pido a la gente que abra su corazón y alma sin prejuicios.

-Entre las colaboraciones en el disco se encuentra una esperadísima con Kase-O.

-Sí, y la gente se pregunta por qué ahora y no hace años, y la respuesta es porque antes no era posible, no se podía. Era otro momento, era difícil, cada uno estaba con sus carreras... pero en estos últimos años nos hemos conocido más, más personalmente, y nos hemos entendido y así ha salido... Lo hemos hecho y lo hemos conseguido.

-¿Y el "fichaje" de Bunbury?

-A Bunbury lo conozco desde que era un chaval con Héroes del Silencio. Yo sé que a él le gusta el rap, y ya no recuerdo si fue por redes cuando le dije si quería salir conmigo en alguno de los temas. Me confesó que soy uno de sus artistas favoritos y, bueno, se involucró mucho con el disco. Era algo que me apetecía hacer ahora y que en otros disco no veía muy claro.

-En Todo o nada canta: "Lo doy todo al cien por cien o me voy para no volver". ¿Preocupado por el qué dirán del nuevo álbum, le pesa la incertidumbre?

-Siempre quieres gustar a la gente con lo que has hecho con la mejor intención, aunque siempre tienes una duda antes de sacar el disco. ¿Entenderán todo este vómito de intenciones? ¿Lo acogerán? Cada proyecto es un todo o nada. O me puedo ir a pique, o me pueden dejar de escuchar... es la sensación extrema de que tienes que ir a muerte o te puedes dar un batacazo. Es una responsabilidad que da vértigo, pero lo importante es seguir disfrutando. Así es más fácil y quiero divertirme en el camino, pero también quiero no cerrar mi talento. Es una responsabilidad conmigo mismo. ¿Lo he dado todo? Siempre se puede dar más o hasta qué punto o hasta dónde no llego. No quiero defraudar. Es una cuestión que requiere energía mental, y hay gente que se lo toma con inconsciencia, y lo tiene todo el día encima. Pero yo no quiero que me paralice sino que me movilice.

-En la calle suena más trap y menos rap. ¿Es así o, en realidad, se retroalimentan?

-Sí hay un punto de retroalimentación, aunque el trap tiene su propia personalidad, tiene su propio tiempo. Es un poco "me la suda". En ese sentido me parece bien, aunque yo no me identifico con algunas letras, quizás por la edad, quizás porque estas letras van hacia lo mismo... yo busco algo más, pero entiendo que los chavales se identifiquen con ese mensaje que aparece un poco como carpe diem. Y si engancha, por algo será. Hay mucha gente que está asqueada en un mundo de obligación, que explota, y se la suda todo, y es un poco así. La rama principal es el hip-hop y después hay muchas ramas, y está bien que no nos acomodemos, que no sea siempre lo mismo.

-En Rap bruto , con Residente, se ataca a Instagram y la aparente felicidad reinante.

-Hay gente que, más allá de lo que hagas, le da más importancia a los seguidores que tienes o los números de tus redes sociales. Y eso es traicionero. Hay gente que intenta llamar la atención así y pierde el sentido de la realidad. Es una de las partes más miserables que no se llegan a mostrar y la gente debe considerarlo. Yo digo lo que estoy haciendo y mi intención es mostrarlo sin más, y si te quieres acercar a mí, bien. El talento no se puede adornar con fuegos artificiales.

-"Yo no sueno en radios sino en barrios". ¿Una declaración de intenciones?

-Es que mi público no está en la radio, no he sonado en la radio, bueno, siempre en Radio 3... pero donde estoy yo es en la calle, en la gente que me escucha, porque no quiero escucharme donde a día de hoy suena todo igual, con los mismos acordes, estribillos, incluso en un hip-hop o trap con cosas cada vez más cortas... por eso he hecho temas más largos de hasta siete minutos. Mi arte es mi arte, yo estoy más allá de modas y tendencias.

-¿La inspiración nace o se hace?

-Curro cada día, y si hubiera esperado a la inspiración hubiera perdido 11 años. Anoto recuerdos, cosas que se me ocurren. Mi móvil está lleno de textos, ahora preparo un libro y escribo más, con más delicadeza. No sé, hay cosas que digo y, vale, ya están dichas, cosas en las que no invento nada nuevo, pero intento mirar dentro de mí y expresar mi vida con la poesía y la música.

-¿Qué le preocupa a Nach?

-Me preocupa una sociedad más globalizada, cada vez más radicalizada en pensamientos xenófobos, de no respetar o no entender al otro. Y esto se ve en cosas como en las elecciones de Brasil. Se vota más a la extrema derecha, a sectores que han estado en el poder y han cometido errores. Estamos "involucionando" en el pensamiento. Somos una sociedad que avanza con miedos a cerrar puertas y abrir muros.