Llevan seis años de sequía musical, pero siguen llenando conciertos con sus clásicos. The Hives, el grupo sueco responsable de éxitos como Hate to say I told you so y Come on!, aterrizará mañana con su garage rock en la Sala Pelícano, donde repasará sus éxitos de la mano de su atronador directo. Liderada por su vocalista, el cantante Pelle Almqvist, y ataviada con sus tradicionales trajes en blanco y negro, la banda ofrecerá su actuación a partir de las 22.30 horas, como aperitivo de los nuevos temas que los músicos ya están preparando.

- Siempre se han tomado con calma el lanzamiento de nuevo material, pero esta vez está siendo demasiado. ¿Qué está ocurriendo con The Hives?

-Bueno, tenemos un montón de grandes canciones, pero no nos podemos poner de acuerdo con cuáles son las mejores. Está siendo duro esta vez coincidir. En realidad, siempre lo es, pero lo intentas.

-Su última novedad fue el tema Blood red moon , que hicieron para el filme Cirkeln . ¿Cómo afrontaron un proyecto de este tipo?

-Queríamos hacer algo que sonase como la banda sonora de una película de terror adolescente, así que intentamos pensar en cuáles eran nuestras favoritas del género, más que imponer el sonido de The Hives en él. Siento que es como si tuviésemos esta burbuja separada donde podemos hacer música "normal". Procede del mismo lugar que trabajos como A Christmas Duel. Puede ser divertido hacer todo un álbum de este tipo de cosas a veces? ¡Si es que podemos terminar un disco normal de The Hives antes!

-Pero Blood red moon ha tenido que ser especial, dada la proximidad de la historia con su Fagersta natal.

-Sí, el libro y la película suceden en una Fagersta ficticia. Nos trajo recuerdos, porque está ambientado en la escuela en la que estábamos cuando formamos The Hives, pero hacer la canción fue más un acto de amor por las películas de terror adolescente.

-Fagersta es una localidad pequeña. ¿No fue difícil internacionalizarse desde allí?

-Sí que lo fue, pero ¿qué opción teníamos? La ventaja de estar aislados durante tanto tiempo fue que podíamos aparecer completamente preparados después de ensayar sin que nadie nos escuchara durante 7 años, y eliminar la competencia. Pero sí, fue muy difícil abrirse camino internacionalmente.

-Su éxito como banda llegó con Hate to say I told you so , pero antes ya llevaban 7 años de recorrido como grupo. ¿Cómo recuerdan ese periodo de "oscuridad"?

-No lo sentíamos como oscuridad, sino como construir algo maravilloso y guardarlo en tu bolsillo para mirarlo con orgullo de vez en cuando. Si no puedes obtener lo que necesitas de lo que estás haciendo de forma creativa, y necesitas el éxito para sentirte validado, probablemente no deberías hacerlo. ¡Abrirse paso fue muy divertido! Todas las cosas ridículas que ocurrieron enriquecieron nuestras vidas y nuestras carteras. Fue genial conseguir audiencias mayores, pero lo sentimos también como algo muy separado de la música.

-Cuentan que por aquel entonces se impusieron unas reglas como banda, a las que hacen referencia con el título de su último disco, Lex Hives . ¿Tienen muchas normas?

-Oh sí, muchas. Musicalmente eran cosas como "toca lo más rápido que puedas hasta que te vuelvas muy bueno tocando rápido", "haz más con menos", "nada de micrófonos cerca de las baterías"? Ideológicamente se trataba más de no sonreír en las fotografías, no estar nunca quieto sobre el escenario, no llevar ropa de colores y no tratar al público con demasiado respeto. ¡Tantas reglas...! [se ríe], pero nos convirtió en The Hives.

-¿Para tener éxito hay que marcarse unos límites, entonces?

-Yo creo que la especialización es necesaria. Hay que ser el mejor en una cosa y no meterse con otras hasta que domines el ser tú. Me refiero al éxito creativo. El éxito comercial siempre me ha parecido aleatorio, así que no puedo fingir que lo conozco.

-Pero lo han experimentado, incluso cuando se han lanzado a nuevos caminos como la autoproducción. ¿El "hazlo tú mismo" de Lex Hives era un paso natural después de todo el equipo que les había acompañado en The Black and White Album ?

-En cierto modo, siempre nos gusta hacer lo contrario al último álbum. Desde el amplio sonido de Veni Vidi Vicious, hasta el controlado Tyrannosaurus Hives y la multitud de personas y productores involucrados en The Black and White Album. Hasta nosotros ahora, en Lex Hives.

-¿ The Black and White Album no les mostró los límites de su margen de innovación? Fueron varios los que dijeron entonces que se había acabado su etapa dorada.

-Eso es una tontería. Innovar fue una decisión que tomamos y, de hecho, resultó bastante bien. Comercialmente hablando, sigue siendo el álbum que nos dio la mayor cantidad de dinero, con diferencia.