Estas Navidades habrá calentón estratosférico y, en consecuencia, un frío que pela en Europa. Eso es, al menos, lo que señalan algunos modelos de predicción meteorológica global, como el americano, el europeo y el chino. Los expertos advierten de un descenso notable de las temperaturas para finales de año, debido a un repentino calentamiento en la atmósfera. En cuestión de días, la estratosfera (entre los 10 y los 50 kilómetros de altitud) podría pasar, según estos pronósticos, de los 85 grados bajo cero a los 50 grados positivos. Cómo afectará este fenómeno a Galicia es todavía una incógnita, pero lo que está claro es que algo se está cociendo fuera de la Tierra.

Los grandes calentamientos súbitos estratosféricos (CRE), como así se conoce científicamente este episodio, ocurren de media cada cinco años y, en menor medida, cada dos. Muchos de ellos dejaron a buena parte de Europa sometida a "un invierno riguroso", como asegura la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). "Los efectos de algunos CRE duran de semanas a meses. Hubo uno en el invierno 2009-2010 con efectos enormes sobre Europa, que afectaron al transporte y a la demanda energética. En la España peninsular fue el invierno más lluvioso al menos desde 1965", señala el meteorólogo Ángel Gómez. Otro calentamiento intenso fue el de finales de febrero de este año. El resultado fue una gran ola de frío, bautizada con el nombre La Bestia del Este.

Pero, ¿qué es y por qué se produce un calentamiento súbito en la estratosfera? Gómez lo explica con detalle. En la estratosfera, alrededor de los polos, en invierno gira un gigantesco remolino denominado vórtice polar, con vientos muy intensos que pueden superar los 250 kilómetros por hora. El aire del interior del vórtice queda aislado, y alcanza temperaturas inferiores a -85º C. Sin embargo, ese ciclón persistente sobre el polo norte puede desaparecer de repente asociado al calentamiento súbito estratosférico. Y el vórtice, en lugar de estar redondeado y concentrado en la zona polar, se estira y se desplaza fuera de su posición natural, alterando la meteorología.

"Esto es causado por el desplazamiento de grandes ondas atmosféricas de escala planetaria desde la superficie terrestre hasta la estratosfera, donde se amplifican y rompen de manera análoga a como las olas marinas lo hacen en las playas. Ello genera un cambio de sentido de los vientos del vórtice y un calentamiento drástico de la estratosfera polar boreal que puede ser de más de 50 grados", detalla Gómez.

Investigadores de la Universidad Complutense (UCM) y del CSIC han revelado recientemente que "un cambio repentino en la estratosfera" el pasado mes de febrero puso fin a la mayor sequía europea de los últimos 50 años, al desencadenar "lluvias extraordinariamente intensas" que permitieron recuperar el caudal de los ríos. Según los científicos, en el bienio 2016-2017 Europa sufrió la mayor sequía desde 1970, que provocó el racionamiento de agua en regiones de Italia, incendios forestales mortales en Portugal y sequía en Gran Bretaña.

Mientras que el especialista de la Aemet Ángel Gómez afirma que "es todavía muy especulativo pensar que pueda haber un calentamiento repentino estratosférico con la llegada del Año Nuevo", otros expertos, como el director de Predicción Estacional del AER (investigación Atmosférica y Ambiental), Judah Cohen, aseguran que los cambios en la atmósfera ya se están produciendo y "no tardarán en propagarse hacia abajo".

Por ahora, las predicciones de Navidad para Galicia son de estabilidad meteorológica: intervalos nubosos, algunas lluvias, y temperaturas moderadas: hasta los 14 grados en A Coruña para el día 25 de este mes, según eltiempo.es. Después de la jornada despejada de hoy, mañana volverán las lluvias, que tendrán más fuerza durante la mañana según el pronóstico de MeteoGalicia. Se esperan cielos nublados o cubiertos con chubascos más intensos y persistentes por la mañana y que por la tarde irán quedando en forma de chaparrones intermitentes. Las temperaturas experimentarán un ascenso, que será más acusado en las mínimas. En A Coruña, los termómetros oscilarán entre los 11 y los 14 grados.

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