La Dirección Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental considera ambientalmente viable la construcción de parque empresarial de A Laracha, contemplado dentro del Plan Sectorial de Ordenación de Áreas Empresariales en la Comunidad Autónoma de Galicia, aprobado definitivamente el 27 de mayo de 2004.

El departamento autonómico supedita la autorización a una serie de condiciones establecidas en la Declaración de Impacto Ambiental, publicada esta semana en la página web de la Consellería de Vivenda e Solo, y en el estudio de impacto ambiental. Todas estas premisas afectan tanto a la construcción del nuevo polígono como al funcionamiento posterior de todas las instalaciones y empresas que allí se establezcan.

El parque empresarial, que se ubicará en la periferia urbana del Ayuntamiento de A Laracha y que ocupará una superficie de actuación final de 828.014 metros cuadrados, acogerá actividades destinadas a usos industriales, terciarios y dotacionales.

Además de las condiciones generales que deben cumplir todas las actuaciones de este tipo, la Xunta ha especificado una serie de medidas específicas en las que se presta especial atención a la protección de la red hidrológica de la zona. Durante la fase de redacción del proyecto, se deberá realizar un estudio hidráulico del cauce del arrollo de Quenxe y se dejará una franja de al menos 10 metros entre éste y el pozo de bombeo de las aguas residuales. El humedal Rego de Quenxe -arbolado de especies autóctonas de 1,8 hectáreas de extensión que está incluido en el inventario gallego- se deberá integrar dentro de las zonas verdes del parque con la finalidad de protegerlo y conservarlo. Ya en la fase de replanteo, se prohíbe el acceso de la maquinaria a esta zona, "salvo estricta necesidad plenamente justificada". Además, durante las obras, se realizarán inspecciones visuales diarias del área fluvial, con el objetivo de detectar posibles afecciones por vertidos, desprendimientos de rocas, corrimientos de tierras?

Ante la existencia de viviendas dispersas en la zona, la Consellería ordena adoptar las medidas protectoras y correctoras necesarias para minimizar el ruido, las vibraciones y la dispersión de polvo, en el caso de que sea precisa la realización de voladuras y movimientos de tierras.