Enrique Maciñeira agradece la generosidad del presidente de la Autoridad Portuaria por darle la oportunidad de dirigir la institución en un momento "precioso". Confía en que el buen ritmo que este año llevan las obras del puerto exterior permitan que el dique principal alcance a finales de verano los 1.600 metros de longitud. Esta entrevista se celebró antes del último accidente laboral en las obras de la dársena exterior.

-Los constructores dijeron que este año se ha disparado el precio de las materias primas. ¿Afectará al puerto exterior?

-Es cierto, pero para eso ya existe en la legislación de contratos con las administraciones públicas las fórmulas de revisión de precios que permiten corregirlos.

-En los pasillos de la Autoridad Portuaria se comenta que se va a solicitar a Fomento un modificado de más de cien millones de euros ¿Es cierto?

-Es una obra de incertidumbres y tenemos una referencia cercana, el puerto de Gijón, que ha modificado su presupuesto en 200 y pico millones de euros. En nuestra obra hay una ciertas incertidumbres técnicas que ya están solventadas y que van a dar lugar a una modificación presupuestaria pequeña. Ha existido un problema con la calidad de la cantera que va a llevar a otra cierta modificación. Estamos analizando estas modificaciones y su valoración, pero nunca hemos barajado cantidades tan importantes como en el puerto de Gijón.

-Siendo Gijón una referencia, podría darse una desviación similar, ¿no?

-Pudiera ser, pero en Gijón tuvieron un problema de materiales importante y traer la piedra de muy lejos. En nuestro caso ha habido aportación de materiales de canteras externas y parece que vamos a tener que hacer más excavaciones de las previstas inicialmente para conseguir la misma cantidad de material, pero tenemos una cantera a pie de obra que no tiene Gijón. Yo no espero que los modificados se acerquen a esas cantidades que ha mencionado.

-¿Se cumplirán los plazos para las obras de Langosteira?

-Todo parece indicar que las obras estarán terminadas en septiembre de 2011. La zona en la que trabajamos el año pasado y este año es la peor del dique para la construcción porque estamos haciendo una obra abierta al temporal. En el momento en el que lleguemos a los 1.500 o 1.700 metros, haremos un quiebro en la dirección del dique, y podremos proteger al mismo tiempo que construimos. En 2011 esperemos que estén terminadas las obras y los accesos. El año que viene y a lo largo de 2010 empezaremos a trabajar en la instalación de redes y la urbanización para que en 2012 el puerto esté operativo.

-Cuando se inició la obra se preveía que el puerto estuviera cerrado 45 días al año por motivos meteorológicos. ¿Variará este plazo?

-En todo el proceso de diseño, que empezó en 1997, la máxima fundamental era garantizar una operatividad razonable, sabiendo que estábamos en una ubicación realmente compleja. La operatividad cumple con las recomendaciones de las autoridades marítimas españolas, que sitúan el límite en 400 horas al año, unos 15 días. Pero también influye la persistencia del cierre y aquí puede haber un cierre de más de un día dos o tres veces al año que se concentrarán en determinadas épocas.

-¿Pero no puede ser motivo de conflicto con sus clientes?

- El puerto actual también tiene horas de cierre, todos las tienen. El actual tiene una condición limitativa importantísima que es la niebla. Hay unos periodos de cierre por la niebla, en el puerto exterior va a haber menos limitación por niebla que en el puerto actual, pero la operatividad real que va a tener el puerto exterior no va a diferir mucho del que hay aquí.

- O sea que pasa como en Alvedro

-Sí. No trasciende tanto porque no afecta a pasajeros, sino a contenedores o a graneles y encima los barcos llegan más lentos que los aviones, de forma que la parada de un buque en una entrada es entendible por todos los agentes, puede estar horas parado o reducir su marcha para llegar más tarde.

-¿Por que la Autoridad Portuaria no financia la reforma de La Marina?

-(Sonríe) El tipo de usos que se pretenden dar no son puramente portuarios, sino ciudadanos. Analizamos el convenio y las aportaciones de cada una de las partes y nos dio la impresión de que la justa distribución de cargas y beneficios era que el Ayuntamiento financiase el soterramiento del vial, que es la parte más importante. Nosotros contribuimos no sólo en la ejecución de los proyectos, sino que en el caso de que sea viable hacer un aparcamiento tendremos una contribución a las obras.

-O sea que no hubo discusión entre el Concello y el Puerto.

-No. Estamos todos absolutamente de acuerdo en ese criterio y parece razonable.

-¿Qué le parece la estatua de la Virgen del Carmen?

-Estuve en la inauguración el sábado pasado y a mí me gusta.

-¿No había ningún otro sitio para colocarla que no obligase a trasladar la de Balmis?

-No debe haber ningún conflicto. La estatua de la Virgen del Carmen fue fruto de un convenio en 2002, entre el Ayuntamiento, la Autoridad Portuaria y la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen. La ubicación buscada fue la actual. Está situada exactamente en el lugar que se había planteado y el que se había seleccionado como el mejor. La estatua de Balmis ¿llegó más tarde?

-Le robó el sitio.

-No es ésa la cuestión. Se colocó en la ubicación pensada y prevista para la Virgen del Carmen y los diseños y estudios se habían hecho para ahí. Las dotaciones escultóricas en lugares razonables y dignos porque son patrimonio del Puerto y de la ciudad. La estatua de la Virgen del Carmen hay que desvincularla de las cuestiones de fe y devoción y considerar que es una tradición.

-Cuando fueron a colocar la estatua de Balmis, ¿nadie dijo que esa zona estaba reservada?

-Sinceramente no lo sé.