Una de las preocupaciones de los empleados es conocer el futuro de la fábrica armas y sus constantes peticiones se han centrado en la necesidad de aumentar la producción en las instalaciones de Pedralonga. Durante años, los trabajadores exigieron más compromiso de las administraciones y una diversificación del abanico de compradores, puesto que alrededor del 95% de la producción tiene como destinatario al Ministerio de Defensa, dueño de los terrenos.

Santa Bárbara Sistemas ha traído nueva maquinaria al complejo. En la actualidad, en A Coruña se fabrican la ametralladora ligera Ameli, los fusiles de asalto HK y CETME, el obús APU SBT, el misil Spike y piezas del carro de combate Leopardo y del vehículo Pizarro.

Entre los productos que en el futuro se realizarán en la planta coruñesa destacan el cañón ligero Mauser MK-30 y el lanzagranadas LAG-40. El cierre anunciado de la fábrica de La Vega (Asturias) implicaría el destino a la factoría de Pedralonga de ambas armas, así como un aumento del número de misiles del modelo Spike LR que se fabrican en esta instalación asturiana.

En el plan industrial para 2007-2012 que la empresa presentó a los trabajadores el año pasado se advertía de la necesidad de aumentar la producción, una de las condiciones básicas que impuso Santa Bárbara para el traslado de la factoría. "No se puede dilatar más [el cambio a un polígono industrial], no podemos mantener pérdidas eternamente. Para el periodo 2008-2011 se prevén 4,7 millones de euros anuales en pérdidas por subactividad", indicaban entonces desde la compañía.

En los últimos meses, la carga de trabajo ha aumentado y el propio director de la fábrica, José Antonio Díaz Monjil, garantizó en diciembre que habría trabajo hasta 2012. La empresa también ha comprado maquinaria nueva. Santa Bárbara Sistemas retomará el próximo 29 de septiembre en Madrid la negociación con los sindicatos para analizar, a nivel nacional, el plan industrial que presentó a los representantes de los trabajadores.