La reforma de la plaza de Pontevedra acumula un mes y medio de retraso

A tres días para que se cumplan los nueve meses del inicio de las obras, la remodelación de la plaza de Pontevedra continúa sin concluir, pese a que el Ayuntamiento había fijado en mediados del pasado mes de noviembre el plazo para la terminación del proyecto.

El retraso de mes y medio que acumulan estos trabajos no ha impedido que a lo largo de todo el periodo navideño la empresa adjudicataria haya mantenido paralizadas las reformas, cuyo final parece cercano a la vista del estado que presentan en la actualidad.

La mayor parte del enlosado de granito que formará el pavimento de la plaza ya ha sido instalado, así como los sistemas de iluminación y el arbolado que ocupa las jardineras distribuidas a lo largo de este espacio urbano. Las vallas metálicas continúan rodeando no obstante la plaza, en cuyo interior se hallan diferentes elementos de construcción que esperan a ser colocados.

El avance de las obras permite apreciar ya el efecto visual que producirán las nuevas marquesinas de las paradas de los autobuses urbanos, que se sitúan a lo largo del lateral de la plaza entre el cruce con la calle San Andrés y la cafetería Manhattan.

Frente al estilo del resto de las marquesinas existentes en la ciudad, éstas se caracterizan por su color blanco y por proporcionar mayo cobijo a los viajeros en los días de lluvia, ya que son más espaciosas.

El lugar elegido para su ubicación impedirá no obstante que pueda contemplarse el aspecto de la nueva plaza desde de la acera opuesta, aunque seguramente estos elementos contribuirán a aislar del tráfico a quienes deseen disfrutar de tranquilidad en este lugar.

Estas marquesinas constituyen una de las modificaciones introducidas en el proyecto original del arquitecto José González-Cebrián, ya que inicialmente iban a estar situadas en el vial que bordea la cafetería. La imagen virtual de la plaza facilitada por este técnico mostraba las paradas de los autobuses colocadas en paralelo de forma sucesiva en este punto, en el que también planteaba la eliminación del establecimiento hostelero, iniciativa que finalmente tampoco se llevó a cabo.

Otra propuesta de González-Cebrián que no fue aceptada por el Gobierno local fue la prolongación del túnel que discurre por el subsuelo de la plaza, de forma que su salida se produjera en la confluencia de las calles Juan Flórez y Médico Rodríguez. El autor del proyecto consideraba que esta medida reduciría de forma notable el impacto del tráfico en la plaza, aunque el Ayuntamiento rechazó incluirla en esta actuación.

Entre las novedades que aportará a la plaza esta reforma figura la instalación de una zona de juegos infantiles en el punto más próximo al colegio Eusebio da Guarda, la reducción del impacto visual del sistema de ventilación del aparcamiento mediante jardineras, la nueva ubicación de la estatua de la paloma de Picasso y su mayor realce en el conjunto, así como la integración del acceso peatonal al estacionamiento subterráneo en las marquesinas de los autobuses.