El Concello permite a la maderera de Os Rosales continuar con su actividad

La empresa Maderas Peteiro continuará con su actividad en el barrio de Os Rosales. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de A Coruña corroboró en septiembre que la compañía carecía de permiso para realizar trabajos de almacenaje y secado de madera y la posterior fabricación de muebles. El Gobierno municipal asegura que la firma ha regularizado su situación y podrá seguir con todos los trabajos que antes realizaba sin permiso.

El Ayuntamiento exigió en mayo de 2006 a Maderas Peteiro que legalizase su actividad. La empresa recurrió la resolución, pero el juez desestimó las pretensiones de la maderera. El Concello garantizó a finales de septiembre que la compañía tendría que paralizar los trabajos para los que no tenía licencia: "Tienen permiso para casi todo menos para la fabricación de muebles", afirmó entonces un portavoz municipal. Cuatro meses después, el Ayuntamiento afirma que Maderas Peteiro solicitó que se regulase su situación y que "tiene todas las licencias". Fuentes locales añadieron que el actual plan general ya incluye esta actividad industrial en el barrio de Os Rosales.

Fueron los vecinos de la calle Simón Bolívar número 35 quienes en 2002 denunciaron las irregularidades de la maderera, con varias quejas ante las concejalías de Medio Ambiente y Urbanismo, y ante la Consellería de Medio Ambiente. Tras estas denuncias, el Ayuntamiento decidió, cuatro años después, ordenar a la empresa que regularizase su actividad, bajo la advertencia de que procedería al cierre de la fábrica si no acataba la orden. Pero Maderas Peteiro recurrió a los tribunales y el proceso administrativo se paralizó.

Los residentes acudieron al Valedor do Pobo, quien les respondió que entre noviembre de 2004 y febrero de 2005 se habían registrado cinco infracciones. Según el Valedor, la reiteración tenía que acabar en una infracción grave y, por tanto, en una sanción económica. Las muestras tomadas por el Ayuntamiento constataban que la empresa superaba el nivel de decibelios permitido. Un portavoz municipal apuntó que se le ha remitido todo el expediente al Valedor. Los vecinos denunciaron la contaminación acústica y atmosférica que, a su entender, provoca la maderera. La fábrica, que obtuvo su primera licencia en 1973 para ser un taller de ebanistería, se encuentra en la zona residencial de Os Rosales y junto a varios centros educativos.