Rebajas entumecidas

El frío entumeció ayer la tradicional insania rebajil en las calles coruñesas en el primer día de los dos próximos meses de descuentos. Existieron marabuntas matutinas pero sin excesos. Las colas en las cajas eran cuasiasumibles comparadas con las eternas esperas de otros años. La tarde comenzó relajada pero el colectivo gastador redobló sus efectivos una vez finalizado el horario laboral. Aún así, los comerciantes renovaron sus lamentos. La Confederación Española de Comercio (CEC) asegura que la facturación en las rebajas de invierno se va a frenar un 15%. En Galicia, la Federación Galega de Comercio eleva al 25% esta caída en las ventas, y la federación de A Coruña, hasta el 30%.

Un sospechoso habitual en el banquillo de los acusados: la proclamada recesión. Los pequeños y medianos comerciantes coruñeses se quejan de que la gente se lo piense mucho más a la hora de rascarse el bolsillo, ya que, según aseguran, arrastran del periodo navideño una caída en las ventas del 30%. Tradicionalmente, son los primeros 15 días de rebajas los que registran mayor volumen de compras. Pero este año las tiendas comenzaron a reducir sus precios antes de la fecha oficial y, de hecho, muchos establecimientos de la calle Real lucen ya un reclamo de descuentos del 50% y hasta del 70%, propios de las últimas semanas del mes de enero y primeras del mes de febrero.

A pesar del desfase, los compradores son una especie de costumbres: revolver, probar, escoger, hacer cola, pagar, otra tienda revolver, probar... y, entre paradas, alardear del nuevo patrimonio textil a algún conocido en la calle.

En Torreiro, abundan los reencuentros posvacacionales y las conversaciones de ascensor. "Feliz año ¿De rebajas?", pregunta la una. "Sí", responde la otra. "No gastes mucho", recomienda la una. "A ver", resopla la otra, que mira las cinco bolsas que cuelgan de sus manos y se encoge de hombros como si gastar fuese una obligación. También proliferan los tópicos: marido y niño esperan a madre rodeados de bolsas en la puerta de un local, grupos de adolescentes buscan aprobación mutua y se pulen el contenido de los sobres llegados de Oriente y una insistente novia hace probar un pantalón a un poco receptivo novio.

Como tópico de nueva era, algún que otro joven de bufanda de rayas al cuello y amante de la moda gallega luce presumido un par de bolsas de una zapatería. Precisamente las tiendas de calzados eran las que más clientes acumulaban ayer por la tarde, seguidas de las habituales reinas de la fiesta, los establecimientos de ropa y complementos.

De allí salían numerosas mujeres, prestas a valorar la mercancía de las presentes rebajas invernales: "Faltan ya muchas tallas", "hay menos gente y las cosas están más rebajadas que otros años", "en el centro hay menos gente porque van a los centros comerciales", "los precios este año están mejor pero la calidad es mucho peor", "hay descuentos del 70% y eso no pasaba otros años hasta las últimas semanas"...

La mayoría se saben de memoria el manual del buen comprador de rebajas y las recomendaciones de asociaciones de usuarios y administraciones que ayer recordó la Consellería de Industria. La primera, asegurarse de que esté a la vista el precio de venta inicial y el descuento. La segunda, el consumidor tiene derecho a devoluciones y reclamaciones en las mismas condiciones que el resto del año, incluso si se pagó con tarjeta de crédito. Y una más: el cliente tiene derecho a la reparación de los artículos defectuosos o, de no ser satisfactoria, la devolución del precio pagado o la sustitución del artículo por otro idéntico.

Según la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, el gasto en la comunidad será de 106 euros por persona frente a los 119 euros de la media española. Las estadísticas prevén que un 40% de todo lo que se facture en Galicia hasta el fin de las rebajas -unos 98 millones de euros- se hará en comercios coruñeses. Un total de cuarenta millones, cifra similar a la que se moverá en la provincia de Pontevedra y muy por encima de la de Lugo (9,5 millones) y Ourense (8 millones). La Federación Galega de Comercio estima que la facturación descenderá un 25% respecto al pasado año, 98 millones de euros frente a los 112 de la campaña de 2008. Peores todavía son los augurios de la Federación de Comercio de A Coruña que cree que en la provincia el descenso llegará, al igual que en el periodo navideño, al 30%.