El juez condena al Concello de Sada a abonar 12.000 euros a una empresa

Un juez condena al Ayuntamiento de Sada a abonar 12.000 euros a una empresa que se encargó, en el mes de julio de 2007, de la organización del mercado contemporáneo celebrado en la villa.

El Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 4 de A Coruña expone que, en contra de lo que asegura el Concello sadense, "las partes sí acordaron la celebración del mercado contemporáneo", por lo que obliga a la Administración local a pagar la cantidad a la que ascendía el acuerdo.

El demandante interpuso un recurso contencioso-administrativo contra la desestimación presunta, por silencio administrativo, del Ayuntamiento de Sada de la reclamación de 12.000 euros por el impago del contrato de prestación de servicios consistente en la contratación del mercado contemporáneo, que se celebró en la localidad los días 27, 28 y 29 de julio de 2007.

Según afirma el representante de la empresa, el mercado se celebró acordando con el Concello que se le entregaría el contrato al comienzo del certamen.

Pese a que el documento no fue entregado, el evento se celebró igualmente, "sin que el Concello hiciera constar su descontento con las actividades realizadas ni hubiera denunciado ningún incumplimiento", argumenta.

El denunciante expone que realizó múltiples llamadas telefónicas para exigir el pago del contrato e interpuso una posterior reclamación escrita y que el Concello no abonó la cantidad estipulada por la realización de los trabajos.

La Administración local alegó que nunca aceptó los términos del contrato y que fue, "ante la sorprendente inactividad del supuesto organizador, el Ayuntamiento, por su cuenta, el que procedió a contactar con grupos y asociaciones culturales".

Otro de los argumentos expuestos por el Concello que rige el alcalde Abel López Soto reside en que esta empresa "sólo presentó un proyecto genérico, no concreto y definitivo".

El juez considera que, gracias a las pruebas aportadas por el recurrente, queda demostrado que el mercado fue celebrado; y que se instalaron puestos, entre los que había una carpa para el Ayuntamiento y otra para la exhibición de palilleiras. También acepta como prueba la declaración de un artesano que participó en dicha feria.

El Concello de Sada, según expone el magistrado, "se limitó a cuestionar el desarrollo del mercado, si contenía o no las actividades ofertadas" (cetrería, teatro, baile nocturno) sin aportar pruebas de lo contrario. Señala que queda probada la existencia de un contrato entre ambas partes ya que, de lo contrario, el Ayuntamiento no hubiese permitido la instalación de los artesanos y demás actividad desplegada.

Tampoco se explica cómo, si no aceptó, la Administración se vio obligada a devolver unos carteles que la empresa le reclamaba y que, si afirmó que el certamen fue "tan deplorable", tendría que haber instado a su resolución o, como mínimo, dirigir un escrito al demandante en el que quedase expuesto su descontento con la empresa por los trabajos realizados.