El fiscal acusa a dos personas de encubrir un asesinato en el Agra

El fiscal acusa a dos personas de encubrir al hombre que mató de un navajazo el pasado mes de junio a Fortunato Fernández Gómez en la avenida Gregorio Hernández, situada en el Agra do Orzán. El representante del Ministerio público mantiene la imputación de los dos hombres, M.F.A., de 37 años, y R.P.D.S., después de las investigaciones llevadas a cabo por el Juzgado de Instrucción número 4 de A Coruña. Los letrados que ejercen la defensa de los acusados solicitaron que se archivase la causa contra sus clientes, pero la Fiscalía sostiene que hay pruebas suficientes para imputarles un delito de encubrimiento.

Uno de ellos, M.F.A., reconoció durante la declaración que prestó en comisaría que recogió el arma del suelo y la tiró en un contenedor de basura. El otro arrestado admitió ante el juez que presenció el apuñalamiento y que huyó del lugar para no meterse en problemas. R.P.D.S. aseguró que pensaba que las heridas de la víctima no revestían tanta gravedad.

Un jurado popular determinará si los hombres encubrieron o no al presunto autor de la puñalada, Alfonso A.A., alias Cherokee, un toxicómano de 35 años y delincuente habitual. Los tres imputados en la muerte de Fortunato Fernández Gómez serán juzgados en la Audiencia Provincial de A Coruña con jurado popular.

El fiscal acusa a Cherokee de un delito de homicidio, mientras que la acusación particular lo considera autor de un asesinato, por el que podría ser condenado a penas de entre 15 y 20 años de cárcel. Para que el tribunal considere probado que Cherokee asesinó a la víctima, la acusación particular tendrá que demostrar que lo hizo con alevosía, es decir, que puso todos los medios necesarios para que Fortunato Fernández no pudiese defenderse. Las penas por el delito de homicidio que le imputa el fiscal oscilan entre los 10 y los 15 años de prisión.

El hombre acusado de asestar la puñalada que acabó con la vida de un toxicómano de 35 años vecino de la calle Barcelona, reconoció los hechos durante la declaración que prestó ante el juez. El procesado aseguró que comenzó a discutir con la víctima cerca del camión dispensador de metadona que la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga desplaza por la ciudad. El vehículo habitualmente aparca en la avenida Gregorio Hernández, junto al cruce con la calle Peruleiro. El fallecido, según el testimonio del acusado de cometer el crimen, esgrimió una navaja durante el transcurso de una disputa. Cherokee declaró que le arrebató el arma para evitar que le hiciese daño y que no sabe exactamente cómo se la clavó. El procesado afirmó que no tenía intención de matar a Fortunato Fernández y que el apuñalamiento ocurrió en medio de un forcejeo.

La abogada de Cherokee solicitó que se le proporcionen las grabaciones del centro de salud de la zona, unas cintas con las que intentará demostrar que la versión de los hechos que sostiene su cliente es cierta. El juez accedió a la petición de la letrada y le permitió visionar el contenido íntegro de las grabaciones. Las declaraciones del autor de la puñalada fueron ratificadas en comisaría por su pareja, que también es toxicómana. La mujer declaró que cuando Cherokee extendió el arma hacia la víctima fue ella quien se echó encima de la navaja. El arma era plateada y tenía unos quince centímetros de longitud.

La policía cree que el móvil del crimen está relacionado con un ajuste de cuentas por drogas. El autor confeso del crimen tiene en su expediente más de 30 detenciones por robos con violencia e intimidación, receptación de efectos robados, malos tratos y narcotráfico.