El Puerto propone reducir en un 30% las plazas del 'parking' de O Parrote

La Autoridad Portuaria confía en que el plazo máximo de un mes pueda presentar al Ayuntamiento una solución definitiva al parking de O Parrote, una obra en la que se han alargado los tiempos de ejecución tras la aparición en el subsuelo de un tramo de la antigua muralla defensiva de la ciudad. Entre las propuestas que baraja el presidente del Puerto, Macario Fernández-Alonso, se encuentra construir "dos grupos de aparcamiento" a ambos lados del baluarte y que estarían comunicados. Según los cálculos del máximo responsable de la institución marítima, el nuevo plan significa perder un 30% de las plazas previstas en el proyecto original, es decir, alrededor de 165.

La aparición de los restos de la muralla durante los trabajos de excavación ha supuesto un problema que el Puerto ha sido incapaz de resolver hasta la fecha, sobre todo después de la decisión de la Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura, de conservar el baluarte. En diciembre, la Autoridad Portuaria llegó a dudar de la viabilidad del parking, pero ahora Fernández-Alonso asegura que existen varias alternativas: "El objetivo es respetar totalmente la situación actual del baluarte en su sitio y hacer quizás dos grupos de aparcamiento, conectados quizás por el lado del mar, pero eso es una alternativa", matizó el presidente de la Autoridad Portuaria coruñesa. La solución se concretará en el plazo de un mes "como mucho", según Fernández-Alonso, y a continuación se presentará al Gobierno municipal para saber si también está de acuerdo con la propuesta.

Lo único que está claro es que el Puerto apuesta por construir el aparcamiento, pese a que se reducirá el número de plazas previstas en un principio, que eran 548. "Puede que la reducción no sea tanta como habíamos previsto inicialmente", matizó el presidente de la Autoridad Portuaria. En concreto, ahora se habla de un 30% menos de puntos de estacionamiento -el parking tendría capacidad para alrededor de 385 vehículos-, cuando en diciembre se alertó de que podría alcanzar el 60%. Fernández-Alonso sí descartó que la solución definitiva sea la construcción de un aparcamiento robotizado porque el parking será utilizado por residentes y personas que efectuarán gestiones de "media hora".

La Xunta ordenó la paralización de la obra hasta que se determine qué hacer definitivamente con los hallazgos arqueológicos y sólo permite a la constructora, Copasa, realizar trabajos de mantenimiento para evitar inundaciones.