El Gobierno aún no ha facilitado al fiscal su informe sobre el plan del Agra

El fiscal especializado en delitos urbanísticos arrancó una investigación hace tres meses por el proyecto del parque del Agra, a raíz de una denuncia presentada por la asociación vecinal. Fuentes de la Fiscalía indicaron que el proceso se encuentra en la actualidad en punto muerto porque aguardan a que el Ministerio de Medio Ambiente envíe la documentación que explique a qué acuerdo se llegó para permitir que parte de los terrenos que el Estado tiene en el meteorológico se dedique ahora a uso residencial.

La Fiscalía no ha podido tomar una decisión sobre si existen o no posibles irregularidades en el proceso porque el Gobierno todavía no le ha facilitado la información que le solicitó. El fiscal abrió diligencias el 17 de octubre y desde entonces remitió varios oficios al Ministerio de Medio Ambiente reclamándole que aclare el proceso que se ha llevado a cabo para cambiar el uso de los terrenos. La asociación vecinal del Agra presentó una denuncia ante la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, que decidió remitir el caso a la Fiscalía Superior de Galicia. La investigación del Ministerio público se centra sobre todo en quiénes son los propietarios de los terrenos y la pauta que se ha llevado a cabo para cambiar el uso de este suelo.

El Ayuntamiento propuso que el edificio de oficinas del observatorio se reubicase en un inmueble que se construirá en el perímetro del futuro polígono residencial. La Concejalía de Urbanismo admitió en agosto del año pasado que estaba negociando con el Gobierno el cambio de ubicación del observatorio: "El meteorológico es dueño de una parte de los terrenos. A lo largo del proceso de compensación, el Ministerio [de Medio Ambiente] decidirá si le vale este equipamiento administrativo". El Concello apuntó que estaba en contactos con el Gobierno para buscar un nuevo emplazamiento para los aparatos técnicos de medición del meteorológico, que necesitan espacios abiertos. Una de las posibles ubicaciones que el Ayuntamiento puso sobre la mesa fue el parque de Bens.

Fuentes municipales confirmaron a este periódico que los gobierno local y central todavía tienen abierta la negociación, y confiaron en que al acuerdo se llegará en "breve", aunque sin concretar una fecha para la rúbrica del convenio.

El proyecto urbanístico del observatorio se aprobó en pleno en junio de 2006, pero la Consellería de Política Territorial no dio su visto bueno al plan hasta la pasada primavera: "Se trata de que la ciudad devuelva al Agra do Orzán una parte importante de lo que esos ciudadanos que han vivido allí desde los años 60 le han dado", destacaron en mayo desde el Ayuntamiento. Pero el colectivo vecinal del barrio no está de acuerdo con los planteamientos municipales y denuncia que detrás del proyecto del parque del Agra se esconde una operación urbanística de carácter especulativo en la que se prima el ladrillo sobre los espacios verdes. En el plan del Agra se establece que para jardines se dedican 14.283 metros cuadrados, lejos de los 25.000 prometidos en 2005 por el entonces alcalde Francisco Vázquez.

Antes de que los residentes llevasen sus quejas ante los tribunales, recurrieron por la vía administrativa. El Gobierno municipal atendió varias de las alegaciones presentadas por los vecinos y redujo la edificabilidad, que pasó de 43.700 metros cuadrados a 39.335. El proyecto prevé la construcción de 390 viviendas, de las que el 20% -alrededor de ochenta- gozará de protección, el porcentaje mínimo que fija la legislación gallega del suelo y justo la mitad de lo que establecerán las futuras directrices autonómicas, que marcan que el 40% de las viviendas de los nuevos polígonos sea de protección.

Un vecino, a título particular, también ha llevado al Ejecutivo municipal ante la Justicia por el proyecto del parque del Agra do Orzán. El afectado reclama la eliminación de cuatro inmuebles previstos en el proyecto urbanístico para destinar dichos solares a parques y jardines: tres edificios de cinco alturas y una torre de doce plantas ubicada en la calle Canceliña.