Los vendedores de As Conchiñas temen el cierre de más puestos

Los placeros de As Conchiñas han llegado a un acuerdo verbal con la empresa que gestiona el mercado, Servicios Cerámicos, para trasladarse a las nuevas instalaciones. Sin embargo, los vendedores, que en la actualidad trabajan en el sótano del inmueble, todavía desconocen cuándo se llevará a cabo la mudanza, aunque ya temen el cierre de puestos debido al precio que tendrán que pagar por el alquiler.

Los comerciantes del mercado de abastos han conseguido que la empresa reduzca el precio por construir cada puesto -de los 18.000 euros que costaba el más caro a 7.000-. El principal fleco que quedaba por resolver era la tasa del alquiler, que varía en función del tamaño del puesto y rondará los 17 euros por metro cuadrado al mes. Los placeros consideran que este precio es demasiado elevado y temen que, cuando se trasladen a las plantas superiores del edifico, se produzca el cierre de varias negocios: "Es un riesgo enorme con las ventas actuales, la mayoría nos tendremos que ir para casa. La gente está más que asustada, pagaremos de alquiler tres veces más que en otros mercados", asegura la propietaria de una de las carnicerías.

La concesionaria del mercado aún no ha informado a los placeros sobre la fecha del traslado a la nueva plaza y los vendedores aseguran que no firmarán el contrato hasta que se concreten los plazos de la mudanza. El medio centenar de placeros que trabajan en el mercado aguardan desde hace meses que la empresa les facilite datos sobre en qué punto se encuentra la obra y, sobre todo, cuándo podrán estrenar sus nuevos puestos.

En principio, el proyecto de remodelación del mercado municipal de As Conchiñas tenía que estar terminado en agosto. Pero la ejecución de la obra ya presentó problemas desde sus inicios, puesto que en 2005 el Gobierno local tuvo que declarar desierto el concurso, que no se resolvió hasta abril del año siguiente. Los trabajos de remodelación de la plaza de abastos empezaron en mayo de 2007 y obligaron a ubicar, de manera provisional, todos los puestos en el sótano del edificio, donde se encuentran las carnicerías.